“Cero, cero, cero. Creo que me veo bien aquí. Tengo 70 años, me siento bien. Quiero el bien de mi país”, afirma
El expresidente brasileño Jair Bolsonaro, quien será juzgado en el Tribunal Supremo por intento de golpe de Estado, descartó la posibilidad de pedir asilo político en Estados Unidos, en una entrevista publicada este sábado en el diario Folha de São Paulo, informa la agencia EFE.
“Cero, cero, cero. Creo que me veo bien aquí. Tengo 70 años, me siento bien. Quiero el bien de mi país”, afirmó el líder ultraderechista al ser preguntado sobre si sopesa ir a Estados Unidos para unirse a su hijo Eduardo Bolsonaro, quien ha dejado temporalmente su escaño como diputado, y pedir asilo al presidente estadunidense, Donald Trump.
En este sentido, el capitán retirado del Ejército negó haber hablado del asunto con algún jefe de Estado.
La Primera Sala del Supremo aceptó este miércoles, por unanimidad, una denuncia del fiscal general, Paulo Gonet, contra Bolsonaro por supuestamente “liderar” un complot para dar un golpe de Estado contra el presidente, Luiz Inácio Lula da Silva, tras perder las elecciones del 2022.
El exgobernante, junto con otros siete estrechos aliados, entre ellos antiguos ministros y militares de alto rango, será juzgado, en fecha aún por determinar, por cinco delitos por los que podría recibir hasta 40 años de prisión.
En la entrevista, Bolsonaro, quien también está inhabilitado para presentarse a cualquier cargo electivo hasta el año 2030, dijo que su eventual prisión sería “el fin” de su vida, pues ya tiene 70 años.

“Una posible prisión sería completamente injusta. ¿Dónde está mi delito? Aparte de discutir disposiciones constitucionales que no han salido del ámbito de las palabras”, manifestó.
Según el juez instructor del caso, Alexandre de Moraes, hay “elementos más que suficientes de materialidad y autoría” que apuntan a que Bolsonaro maniobró para anular el resultado de los comicios de 2022 y mantenerse en el poder, como sostiene la Fiscalía.
Sin embargo, Bolsonaro insistió en que “nunca” pasó por su cabeza la idea de dar un golpe, aunque reconoció que discutió con la cúpula militar activar “dispositivos constitucionales”, como el estado de sitio o el estado de defensa.