Constituyen un “atentado al orden comercial global que ha creado bienestar en todo el mundo”
Los aranceles impuestos por el presidente Donald Trump, del 20 % a los países de la Unión Europea (UE), generaron este jueves rechazo e inquietud en Alemania, la mayor economía de Europa y la tercera del mundo, informa la agencia EFE.
El canciller alemán en funciones, Olaf Scholz, calificó las barreras comerciales estadunidenses como medidas “fundamentalmente erróneas” que constituyen un “atentado al orden comercial global que ha creado bienestar en todo el mundo”, mientras que su ministro de Economía, Robert Habeck, lamentó la “manía arancelaria” de Washington.
Precisamente la pérdida de bienestar era algo que ya preocupaba en Alemania, país que suma los últimos dos años en recesión, pues en el 2023 su PIB cayó un 0,3% y en el 2024 se contrajo un 0,2%, una depresión económica que no se vivía en el país desde hace lustros.

La llegada de los aranceles de Trump se sumó este jueves al lastre que frena el crecimiento en Alemania y ya han sonado voces de alarma, como la de Clemens Fuest, presidente del instituto económico IfO.
Según Fuest, de mantenerse los aranceles anunciados por el jefe de Estado estadunidense frenarían un 0,3% el PIB germano.
El gobierno alemán proyectaba, antes del “Día de la Liberación” de Trump, que el país centroeuropeo crecería un 0,3% este año.
Los investigadores del Instituto para la Economía Alemana (IW) también se mostraron pesimistas y señalaron que, “el arancel del 20 % es un desastre económico” valorado en $240,000 millones y que apuntan “a una guerra comercial”.
Un 11% de las exportaciones de Alemania tienen como destino Estados Unidos, primer socio comercial de Berlín y nación a la que se exporta una cantidad estimada de $190,000 millones.
Para Alemania, la política arancelaria de Trump es “un peligro que tendrá graves consecuencias, porque la economía alemana está orientada a las exportaciones” y Estados Unidos es un mercado muy importante.
Solo en la industria del automóvil, se ha estimado que los aranceles podrían costar unos 300,000 empleos en Alemania, nación con tradición en el sector automotriz donde destacan empresas como el Grupo Volkswagen, Mercedes Benz y BMW.