La Casa Blanca estudia recortar casi un 50% la financiación del Departamento de Estado, responsable de la ayuda internacional y de la política exterior
Estados Unidos prepara un recorte draconiano que podría eliminar casi toda la financiación de la ONU o la OTAN, según ha adelantado The Washington Post, informa el diario El Periódico.
La administración encabezada por Donald Trump estudia “seriamente” un plan para rebajar casi el 50% del presupuesto del Departamento de Estado, una decisión que tendría importantes repercusiones internacionales.
La Casa Blanca contempla un recorte masivo de dinero público que no solo liquidaría la financiación de esas y otras 20 organizaciones transnacionales, sino que también sería una sentencia de muerte para los programas de mantenimiento de la paz y para los intercambios educativos y culturales. El memorando señala que la ayuda humanitaria sufrirá recortes del 54% y que la financiación de la sanidad mundial se reducirá en un 55%.

Según el Post, la propuesta dejaría un presupuesto total para el próximo año fiscal de $28,400 millones para todas las actividades del Departamento de Estado, responsable de la política exterior de EEUU, y de USAID, la agencia de ayuda internacional al desarrollo que Trump -y su aliado Elon Musk- han intentyado cerrar.
Eso supone un recorte de $27,000 millones, o un 48%, respecto a la partida para el 2025. Washington si mantendría su financiación a entes como el Organismo Internacional de Energía Atómica o la Autoridad de Aviación Civil Internacional.
Fechado el 10 de abril, el borrador al que también ha tenido acceso The New York Times forma parte de las propuestas que la Casa Blanca y el Departamento de Estado intercambian de cara a sellar el plan definitivo para reorganizar el departamento y recortar su personal, como exige la presidencia, un plan que debe confirmarse este semana.
Aunque esa drástica propuesta de adelgazamiento casa con el desmantelamiento del gobierno que está impulsando Trump, la decisión final está en manos del Congreso, el encargado de asignar los fondos federales. La cámara está en manos de los republicanos.
Aunque son fieles al presidente, los agresivos planes trumpistas empiezan a causar malestar entre algunos conservadores. Varios congresistas demócratas ya han denunciado que, de concretarse, ese recorte “permitiría a China y Rusia llenar el vacío dejado por esta administración”.