La región entró en un “nuevo momento histórico, que fue el momento de la democracia que arrancó a principios de los 90 y que ha terminado ahora”.
La “maquinaria represiva” que en épocas pasadas se enfocaba en atacar a los escritores en Centroamérica se ha girado en contra de los periodistas, mientras que en la región “se acabó la época de la democracia” y ha entrado a una fase autoritaria, dijo en una entrevista con la agencia EFE el reconocido escritor salvadoreño Horacio Castellanos Moya.
En esta conversación, Castellanos Moya, que participa esta semana en el festival literario Centroamérica Cuenta en Guatemala, reflexionó sobre los peligros que enfrentan los periodistas en la actualidad centroamericana en comparación con la época en la que él lo ejerció, el papel de la literatura en contextos autoritarios y el vaciamiento de las instituciones democráticas.
De acuerdo con Castellanos Moya, autor de novelas como ‘El asco’ (1997), ‘El arma en el hombre’ (2001) y ‘Tirana Memoria’ (2008), “el escritor dejó de ser en buena medida (el) objetivo y dejó de importar en términos políticos para la represión”.

Opinó que “la lucha ideológica no era importante, entonces los pensadores, los escritores ya no fueron importantes, era más bien aquel periodista que buscaba la verdad el que se convertía en objetivo de la persecución”.
En este contexto y con el fin de la Guerra Fría y el fin de los conflictos armados en Centroamérica, el autor recordó que esta región entró en un “nuevo momento histórico, que fue el momento de la democracia que arrancó a principios de los 90 y que ha terminado ahora”.
“A partir de 2018 y 2019 se da otro cambio, se acabó la época de la democracia y hemos entrado en una época en la que hay gobiernos dictatoriales, autoritarios, etcétera y se está retomando un modelo de represión, castigo indiscriminado hacia aquellos que disienten, hacia aquellos que tienen una opinión distinta, como es el caso de Sergio Ramírez”, indicó.
Ramírez es ganador del Premio Cervantes 2017, a quien el Gobierno de Nicaragua, presidido por Daniel Ortega y su esposa Rosario Murillo, lo despojó de su nacionalidad y vive en el exilio.
Castellanos Moya recordó que en su época en el periodismo “no habían los mecanismos de represión que existen ahora”.
“Una vez que se deterioran los sistemas democráticos, en cada país con sus particularidades, para el periodista la situación es mucho más difícil, (…) y la situación en que ahora se ejerce el periodismo aquí en Centroamérica y México no hay comparación, ahora es muy arriesgado, ahora es muy difícil”, lamentó.
Consultado sobre si la región centroamericana es fértil para el autoritarismo, Castellanos Moya matiza al apuntar que se trata más de un problema de memoria.
“No sé si sea la expresión exacta de decir un territorio fértil, pero definitivamente hay expresiones de la voluntad popular, como en el caso de El Salvador, que parecieran no tener en cuenta lo que ha sido la tradición del país” y se ha dado paso a un “sistema más híbrido”, dijo el autor de ‘La diabla en el espejo’ (2009) y ‘Baile con serpientes’ (1996).
Subrayó que “hay otras variables, pero el hecho es que lo que era el régimen, el sistema democrático que surgió con la guerra civil (1980-1992), con las negociaciones de paz, acabó con la llegada de este nuevo presidente y la derrota absoluta de las fuerzas que habían llevado adelante 30 años de construcción democrática”.
Planteó también que “una pregunta bastante seria” es “¿por qué estas fuerzas que durante 30 años habían estado dirigiendo el país para hacer la construcción democrática colapsaron como un castillo de naipes?”.
En el caso de Nicaragua, apuntó que se ha dado “un círculo vicioso”, porque se ha convertido en un régimen “incluso quizá peor que el que tuvieron con la dictadura de Somoza”.
Sobre el caso de Guatemala, Castellanos Moya mira una diferencia con El Salvador, en el que el autócrata Nayib Bukele tiene un “exceso de poder” que genera un “vaciamiento de las instituciones” democráticas.