La prolongada ausencia de clases presenciales se ha dado en el contexto de múltiples crisis
Entre 2020 y 2025, los estudiantes del sistema oficial en Panamá han perdido cerca de 550 días de clases presenciales, según cifras recientes, según un informe del diario La Prensa.
Esta interrupción representa la más prolongada en la historia educativa del país y una de las más severas a nivel mundial, con consecuencias profundas en el aprendizaje y desarrollo de miles de niños y jóvenes panameños.
La prolongada ausencia de clases presenciales se ha dado en el contexto de múltiples crisis: desde la pandemia de COVID-19 hasta huelgas prolongadas, conflictos sociales y carencias estructurales en el sistema educativo.

Organizaciones como la Fundación para el Desarrollo Social y Educativo de Panamá (FUDESPA) han alzado la voz ante esta situación, para mejorar la calidad de vida y ampliar las oportunidades de las comunidades más vulnerables, promoviendo el acceso equitativo a una educación de calidad.
“Estamos ante una emergencia educativa que requiere acciones inmediatas. No se trata solo de recuperar días de clases, sino de reconstruir el futuro de toda una generación que ha sido marginada de su derecho fundamental a aprender”, señaló un portavoz de FUDESPA.
La organización ha reiterado su llamado a los sectores público y privado, así como a la sociedad civil, a sumar esfuerzos urgentes para garantizar que todos los estudiantes, especialmente los del sistema oficial, reciban apoyo académico, emocional y social para superar los efectos del rezago educativo.
FUDESPA también ha manifestado su disposición a colaborar en programas de recuperación educativa, formación docente y fortalecimiento comunitario, con el objetivo de cerrar brechas y evitar que la crisis educativa se convierta en una barrera permanente para el desarrollo del país.