Represalia a su oposición a la Ley 462 de la Caja de Seguro Social, a la reapertura de la mina de cobre y al memorándum de entendimiento con Estados Unidos
El Sindicato Único Nacional de Trabajadores de la Construcción y Similares (SUNTRACS) ha denunciado una intensa campaña de persecución política y acoso gubernamental en su contra, como represalia a su oposición a la Ley 462 de la Caja de Seguro Social (CSS), a la posible reapertura de la mina de cobre y al reciente memorándum de entendimiento con Estados Unidos.
Según el sindicato, la nueva legislación sobre pensiones elimina el principio de solidaridad intergeneracional y lo sustituye por un sistema de cuentas individuales, lo cual, a juicio de SUNTRACS, condena a las futuras generaciones de trabajadores a pensiones de miseria y condiciones de vida indignas.
Como respuesta a estas medidas, SUNTRACS convocó una huelga general indefinida el pasado 28 de abril, que ha ido sumando el apoyo de trabajadores de las fincas bananeras y comunidades indígenas de distintas regiones del país.

El Gobierno panameño ha respondido con una escalada represiva que incluye el allanamiento de oficinas sindicales, el cierre de cuentas bancarias del sindicato, restricciones al derecho a huelga y una intensa campaña mediática para desprestigiar la labor sindical.
Además, se han abierto procesos judiciales contra varios de sus líderes: Jaime Caballero ha sido encarcelado, Genaro López enfrenta una investigación penal, y el secretario general Saúl Méndez ha solicitado asilo político en la embajada de Bolivia ante la amenaza de ser detenido.
Frente a estos hechos, la Unión General de Trabajadores (UGT FICA) en España organizó una concentración de protesta frente a la embajada de Panamá el pasado viernes 6 de junio.
A su vez, el Comité Confederal de UGT ha emitido un comunicado en el que condena la grave violación de la libertad sindical y los derechos fundamentales de las personas trabajadoras, y exige la liberación inmediata de los líderes detenidos y el fin de las prácticas de coacción antisindical.
UGT también ha hecho un llamado al sindicalismo internacional para denunciar esta persecución, que calificó de impropia de los tiempos que vivimos, e instó al gobierno panameño a entablar un diálogo con las organizaciones sociales y sindicales que defienden los derechos históricos de la clase trabajadora.