Busca extender el registro obligatorio más allá de criaderos, tiendas de animales y refugios
El Parlamento Europeo aprobó una ambiciosa propuesta para reforzar el bienestar animal en la Unión Europea (UE), que incluye la obligación de identificar con microchip a todos los perros y gatos, con el objetivo de garantizar su trazabilidad y frenar el comercio ilegal de mascotas, informó la agencia EFE.
La medida, respaldada por 457 votos a favor, 17 en contra y 86 abstenciones, busca extender el registro obligatorio más allá de criaderos, tiendas de animales y refugios y hacerlo extensivo a todos los animales de compañía en el territorio comunitario.
Según el texto aprobado, los perros deberán ser identificados mediante chip si fueron adquiridos con al menos cinco años de antigüedad desde la entrada en vigor de la normativa; en el caso de los gatos, el requisito se aplicará a los adquiridos con al menos diez años.
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emás, cualquier perro o gato importado desde países no pertenecientes a la UE deberá estar identificado antes de entrar al territorio comunitario.
Los datos de estos chips deberán almacenarse en bases de datos nacionales interoperables y compartirse en un registro central gestionado por la Comisión Europea.
La propuesta también incluye una serie de normas para evitar prácticas de cría perjudiciales. Entre ellas, la prohibición de la endogamia entre animales emparentados y la obligación de no separar a cachorros y gatitos de sus madres antes de las ocho semanas de vida, salvo que exista una causa veterinaria justificada.

Asimismo, la Eurocámara pidió prohibir la cría de perros y gatos con características físicas extremas que comprometan su salud, como hocicos excesivamente cortos o espaldas excesivamente curvadas, rasgos que suelen asociarse a razas de moda pero que conllevan serios riesgos para el bienestar animal.
Otro punto relevante de la propuesta es la prohibición de la venta de perros y gatos en tiendas de animales, así como el uso de ejemplares mutilados en exposiciones o competiciones.
Según datos de la Comisión Europea, el 44% de los ciudadanos del bloque tiene al menos una mascota, y el comercio de perros y gatos ha crecido en los últimos años hasta alcanzar un valor de $1,494 millones anuales.