Se considerará que la guerra entre ambos países habrá terminado
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este lunes que Israel e Irán han alcanzado un alto el fuego total por un período de doce horas, al término del cual, aseguró, se considerará que la guerra entre ambos países habrá terminado.
La declaración se produce después de que Irán lanzara ataques contra bases militares estadunidenses en Oriente Medio, específicamente en Irak y Qatar, como represalia a los recientes bombardeos de Estados Unidos sobre instalaciones relacionadas con el programa nuclear iraní.
Durante una comparecencia desde la Casa Blanca tras reunirse con los jefes de inteligencia militar, Trump restó importancia a la ofensiva iraní, calificándola como débil y subrayando que no causó muertes ni heridos. Según indicó, Teherán habría advertido previamente del ataque, lo que habría permitido mitigar sus efectos.

Este anuncio llega en la víspera de la cumbre de la OTAN que inicia este martes en La Haya, Países Bajos, y que estará marcada por la creciente inestabilidad en Medio Oriente.
Temas clave como el gasto militar de los países aliados, el apoyo a Ucrania y la postura de Estados Unidos bajo la actual administración tomarán especial relevancia tras los últimos acontecimientos.
El conflicto entre Israel e Irán se ha intensificado en las últimas semanas, impulsado por informes de inteligencia que indicaban que Irán estaba cerca de desarrollar tecnología para fabricar bombas atómicas.
Según fuentes oficiales, las acciones militares de Estados Unidos respondieron a un enfoque preventivo, con dos objetivos: Destruir las instalaciones secretas nucleares y enviar un mensaje firme de que Washington está dispuesto a usar la fuerza militar si es necesario.
En paralelo, Irán lanzó una advertencia pública, amenazando con atacar cualquier país que permita operaciones militares estadounidenses desde su territorio, lo que incrementó las tensiones con aliados de Washington en el Golfo Pérsico.
En respuesta, el Departamento de Estado emitió una alerta de seguridad global para los ciudadanos estadounidenses ante posibles protestas, ataques o cierres de espacio aéreo en la región.