Esta situación ha generado preocupación tanto en los vendedores como en los consumidores
La cadena de suministro de alimentos en el país se encuentra bajo presión debido a las recientes huelgas y cierres de vías, que han obstaculizado el transporte desde las zonas de producción hacia los principales mercados y centros de distribución, según información del diario Metro Libre.
Como resultado, los precios de frutas, verduras y vegetales han experimentado un aumento promedio del 30%, denunciaron empresarios, comerciantes y representantes de consumidores.
Entre los productos más afectados figuran la yuca, ñame, tomate, piña, plátano, guandú, porotos y lentejas, cuyos costos se han disparado en los últimos días.
Esta situación ha generado preocupación tanto en los vendedores como en los consumidores, que ven deteriorado su poder adquisitivo ante una inflación repentina en productos de la canasta básica.
Roberto Pretelt, presidente de la Asociación de Comerciantes y Distribuidores de Víveres y Similares de Panamá (ACOVIPA), advirtió que los bloqueos han desencadenado una reacción en cadena.

“Sabemos que cuando hay un desabastecimiento, siempre viene acompañado de un alza de precio indiscutible. Todas estas situaciones lo que traen es incertidumbre en el país y en los consumidores”, expresó Pretelt.
Detalló que los precios han subido en promedio un 30%, mientras que las ventas han registrado una caída de hasta 40%, especialmente en sectores como la restauración nocturna, donde la disminución del flujo de personas ha sido significativa.
En Merca Panamá, uno de los centros de abasto más importantes del país, la situación no es diferente, el vendedor Alejandro Hidalgo explicó que, aunque los productos han subido hasta un 40%, la poca demanda ha obligado a bajar precios para evitar pérdidas por deterioro.
Desde la perspectiva de los consumidores, el impacto es igualmente preocupante, Pedro Acosta, de la Unión Nacional de Consumidores (UNCUREPA), señaló que los cierres viales generan un aumento directo en los costos de transporte, lo que termina trasladándose al precio final que paga el comprador.
“El productor tiene un presupuesto de cuánto cuesta mover su producto, pero con bloqueos, ese costo se eleva, y al final quien pierde es el consumidor”, dijo Acosta.
En tanto, el panorama actual refleja una economía afectada por la paralización parcial de la distribución de alimentos, con impactos visibles tanto en los precios como en la disponibilidad de productos frescos.
Mientras los comerciantes intentan mantener sus negocios a flote, los consumidores enfrentan una mayor presión en su presupuesto familiar, justo en un momento donde se esperaba estabilidad tras meses de recuperación económica.
Los sectores productivos y comerciales hacen un llamado al diálogo y al restablecimiento de la circulación nacional para evitar mayores afectaciones al abastecimiento y garantizar el acceso a alimentos a precios razonables en todo el país.