John Ratcliffe, director de la CIA, dijo que fueron “dañadas”, pero no se comprometió a manifestar que el programa nuclear iraní había sido eliminado por completo
El director de la CIA afirmó que los bombardeos de Estados Unidos “dañaron” las instalaciones nucleares de Irán, contradiciendo un reporte de inteligencia filtrado anteriormente que minimizó el impacto del ataque, y que enfureció al presidente Donald Trump, informó la cadena británica BBC Mundo.
John Ratcliffe, director de la agencia de espionaje de Estados Unidos, no se comprometió a manifestar que el programa nuclear iraní había sido eliminado por completo.
Sus declaraciones suceden un día después de que una evaluación de inteligencia del Pentágono sobre el ataque planteara dudas sobre el tamaño de la destrucción del programa nuclear de Irán indicando que probablemente solo lo retrasaron meses.
Según informaron fuentes familiarizadas con la evaluación de la Agencia de Inteligencia de Defensa a la cadena CBS, las reservas de uranio enriquecido de la República Islámica no fueron eliminadas en los bombardeos del sábado.
La Casa Blanca afirmó que la evaluación, “totalmente errónea”, fue filtrada por “un fracasado de bajo nivel en la comunidad de inteligencia”.

Y el presidente Donald Trump volvió a declarar que las instalaciones nucleares de Irán estaban “completamente destruidas” y acusó a los medios de “intentar denigrar uno de los ataques militares más exitosos de la historia”.
Estados Unidos atacó tres instalaciones nucleares en Irán (Fordo, Natanz e Isfahán) con bombas antibúnker capaces de penetrar 18m de hormigón o 61m de tierra antes de explotar.
Sin embargo, fuentes familiarizadas con la evaluación de inteligencia del Pentágono afirmaron que las centrifugadoras iraníes están prácticamente intactas y que el impacto se limitó a las estructuras superficiales.
Las bombas sellaron las entradas de dos instalaciones nucleares y algo de la infraestructura resultó destruida o dañada, pero gran parte de las instalaciones, ubicadas a gran profundidad, escaparon del impacto de las explosiones.
Fuentes anónimas informaron a medios estadunidenses que se estima que el ataque solo retrasó a Irán “unos pocos meses, como máximo”, y que la reanudación de su programa nuclear podría depender del tiempo que tarde el país en excavar y realizar reparaciones.
Fuentes también confirmaron a CBS que parte de las reservas de uranio enriquecido de Irán fueron trasladadas antes de los ataques, según la evaluación de inteligencia.
Pero el miércoles Trump, hablando desde La Haya donde asistió a una cumbre de la OTAN, sostuvo que los ataques fueron “muy severos”.
El presidente denunció en las redes sociales que los medios habían “mentido y completamente malinterpretado los hechos, ninguno de los cuales poseían”.
Por su parte, el comunicado de Ratcliffe, que fue designado por Trump como jefe de la CIA, expresa que la información de la agencia incluye “nueva inteligencia de una fuente históricamente confiable y acertada que varias instalaciones nucleares iraníes clave fueron destruidas y su reconstrucción duraría años”.
La directora de Inteligencia Nacional, Tulsi Gabbard, también respaldó la evaluación de Trump sobre el daño causado por los ataques.
Se supone que la GBU-57A/B MOP (Massive Ordnance Penetrator), la bomba estadounidense de 14 toneladas es la única arma capaz de destruir las instalaciones subterráneas de enriquecimiento de uranio de Irán.
Teherán siempre ha afirmado que su programa nuclear tiene fines pacíficos.
Hassan Abedini, subdirector político de la transmisora estatal iraní, afirmó que las tres instalaciones atacadas por Estados Unidos habían sido evacuadas “hace tiempo” y que Irán “no sufrió un golpe importante porque los materiales ya habían sido retirados”.
El congresista estadunidense Brad Sherman, miembro demócrata del Comité de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes, dijo a la BBC que la administración Trump estaba utilizando términos vagos para declarar la victoria, cuando aún no está claro qué logró la misión de ataque.
Añadió que la administración no ha dicho si los ataques destruyeron la capacidad de Irán para fabricar armas con su uranio y sus centrifugadoras de enriquecimiento de uranio, o si mermaron sus reservas que, dijo, serían suficientes para crear nueve armas nucleares.