Más del 20% de sus publicaciones en las redes y discursos públicos estuvieron dirigidas a desacreditar a la prensa
La relación conflictiva entre el ultraderechista Javier Milei y el periodismo argentino alcanzó en los últimos días uno de sus momentos más virulentos, solo entre el viernes 27 de junio y el martes 1 de julio, el mandatario publicó casi 200 mensajes en su cuenta de X con ataques directos a periodistas, incluidas burlas, insultos, apodos ofensivos, y la difusión de información manipulada, según información del diario argentino La Nación.
Más del 20% de sus publicaciones estuvieron dirigidas a desacreditar a la prensa, y Milei no se limitó a expresar su desprecio, lo institucionalizó.
Durante una extensa entrevista en el canal de streaming Neura, afirmó que el 90% de los periodistas son enemigos de la gente y los calificó con términos como “mierdas”, “imbéciles”, “basuras humanas” y “mandriles”.
Incluso elaboró un sistema de insultos con códigos bíblicos. Desde hace semanas, acompaña algunos de sus posteos con la fórmula “PN° 10 (E)”, que este fin de semana reveló que alude a la décima plaga de Egipto: la muerte de los primogénitos.
En un relato alterado del Éxodo, Milei sostuvo que fue el faraón quien ordenó matar a los niños hebreos, cuando en realidad -según el texto bíblico- esa orden provino de un faraón anterior al relato de las plagas.
Su interpretación, cargada de dramatismo, recuerda más a una escena de la película “Los 10 Mandamientos” que al relato religioso tradicional.
Lejos del espíritu del judaísmo, que durante la festividad de Pésaj derrama vino en señal de duelo por cada plaga, Milei usó la alegoría para justificar su “karma” contra el periodismo.
“No es venganza. Es karma. Si vos me puteás a mí, yo te voy a putear”, dijo, jactándose del escarnio público a los comunicadores críticos.
Apodos y agravios sistemáticos
En la entrevista con Neura, que duró más de dos horas, Milei lanzó al menos 70 insultos, 44 de ellos dirigidos a periodistas, y entre los más mencionados estuvieron: Marcelo Bonelli, rebautizado como “Marcelo Mandrelli”, a quien llamó tres veces “mierda”.
María O’Donnell: “Mandrila O’ Monnel”. Luis Novaresio: “Luis Mandrilesio”. Joaquín Morales Solá: “Sorete de nicho”, “mierda humana”. Julia Mengolini: “Submandril”, “mierdolini”, “estupidolini” y Viviana Canosa: “Mierdosa”.
También atacó a Romina Manguel, a quien calificó como “menos que un primate” y “la imbécil del Telepase”, y al periodista Ernesto Tenembaum, a quien acusó de manipular un zócalo televisivo, en un caso que terminó siendo un ejemplo clásico de desinformación: El graph fue corregido en vivo porque atribuía al entrevistado una frase que no había dicho.
Uno de los blancos más persistentes de la campaña digital fue Julia Mengolini, directora de Futurock, la periodista fue objeto de una ofensiva coordinada que incluyó acusaciones infundadas de incesto, imágenes manipuladas con inteligencia artificial y burlas constantes en redes.
La embestida, reconocida incluso por funcionarios libertarios como Santiago Oría y Juan Pablo Carreira, fue una represalia por un comentario que Mengolini hizo en el 2023: “Es un señor que vive con ocho perros y está enamorado de su hermana”.
Desde el pasado viernes 27 de junio, Milei replicó al menos 82 mensajes dirigidos a Mengolini, incluyendo insultos personales y ataques sexistas. “Después les viene el vuelto y no se lo bancan”, dijo el presidente, justificando el acoso como una forma de justicia retributiva.
PERIODISTA MENTIROSOS
Había creído que una gran parte del periodismo había llegado a su máxima expresión como basura mentirosa con el tratamiento de la reducción de la pobreza.
Me equivoqué. Me quedé corto.
Se han superado diciendo que amenacé al campo y se fueron al carajo…— Javier Milei (@JMilei) April 19, 2025
Morales Solá: blanco privilegiado
Uno de los casos más explícitos de la furia presidencial fue contra el columnista de La Nación, Joaquín Morales Solá.
El motivo: una pregunta que hizo en su programa al economista Juan Carlos de Pablo, referida a un posible conflicto entre el presidente y el campo, Milei lo acusó de mentir, tergiversó sus opiniones y lo descalificó con una batería de insultos.
En defensa propia, el presidente invocó supuestos méritos de su Gabinete: “Toto Caputo fue elegido mejor ministro del mundo”, “Bullrich convocada por el FMI” o “el Vaticano ponderó el trabajo de Pettovello”, aunque esas afirmaciones no tienen respaldo institucional claro.
Una de las metáforas favoritas del ultraderechista son los “mandriles”, connotación que usa para referirse a los periodistas. En sus mensajes y retuits, Milei ha utilizado esta figura para denigrar con tintes sexuales, aludiendo a prácticas de sumisión y exponiendo rasgos de homofobia latente.
En un retuit reciente, compartió la imagen de un mandril pidiendo crema para la piel con un mensaje que decía: “Ya no tienen más el monopolio del micrófono. Van a tener que seguir llorando”.
En otro video, replicado por cuentas libertarias, se acusó a los periodistas de vivir de “sobres repletos de bananas”.
Una escalada con trasfondo político
La virulencia de Milei coincide con un momento político clave. Tras semanas en que la agenda pública estuvo dominada por el arresto de Cristina Kirchner y el conflicto en Medio Oriente, el presidente busca recuperar el centro del escenario. Su método: Convertir el ataque al periodismo en eje de su narrativa.
Para Milei, no se trata de una relación conflictiva con medios específicos, sino de una cruzada simbólica. En su lógica, los periodistas no son adversarios políticos, sino “enemigos del pueblo”.
Con esa convicción, el presidente avanza en un discurso cada vez más alejado del respeto institucional, que lo distancia de las prácticas democráticas y lo acerca peligrosamente al terreno de la persecución.
La última ofensiva de Milei contra el periodismo no es solo un episodio más de su retórica agresiva, es un salto cualitativo en su intento de disciplinar la crítica, de sembrar miedo y de construir una narrativa autoritaria que ya no distingue entre opinión, insulto y amenaza.
“MILEI”
Porque explicó las razones por la que muchos periodistas lo odian:
“Les sale espuma por la boca…” @JMilei pic.twitter.com/pdnLqBrNuh
— Milei Tendencias (@MileiTendencias) June 29, 2025