Reunió a autoridades panameñas, representantes diplomáticos, empresarios y miembros de la sociedad civil
Durante la recepción oficial por el 249° aniversario de la Independencia de los Estados Unidos, el embajador estadunidense en Panamá, Kevin Marino Cabrera, ofreció un emotivo discurso en el que resaltó los profundos lazos estratégicos, históricos y culturales entre ambos países, vigentes desde hace más de un siglo, según información del diario La Estrella.
La ceremonia, celebrada en la residencia oficial de la embajada, reunió a autoridades panameñas, representantes diplomáticos, empresarios y miembros de la sociedad civil.
Cabrera inició sus palabras dando la bienvenida en inglés y español, expresando su orgullo por conmemorar una fecha que, según afirmó, “refleja la fortaleza de nuestra nación”.

En su intervención, el embajador rindió homenaje a los Padres Fundadores de Estados Unidos y a quienes han luchado por la libertad a lo largo de la historia.
Alineado con la narrativa de la actual administración, Cabrera señaló que el presidente Donald Trump está impulsando una “nueva Era Dorada” de progreso y oportunidades, asegurando que “la historia de Estados Unidos nos hace libres a todos”.
Uno de los puntos centrales del discurso fue el Canal, al que calificó como una maravilla de la ingeniería producto de la innovación estadunidense y el trabajo conjunto con Panamá, destacó que su protección es una responsabilidad compartida vital para la estabilidad regional y la seguridad económica.
El embajador también puso énfasis en los lazos culturales que han fortalecido la relación bilateral, mencionando el impacto del béisbol en la sociedad panameña, recordó figuras como Rod Carew y Mariano Rivera, y compartió su reciente encuentro con el equipo de Vacamonte, que representará a Panamá en la Serie Mundial de las Pequeñas Ligas.
“Estoy convencido de que pronto veremos otro panameño en el Salón de la Fama”, afirmó.
En materia de seguridad, Cabrera subrayó el compromiso conjunto en la lucha contra el crimen transnacional, recordó que en 1968 el líder indígena Zarco entrenó a astronautas del Apolo en la selva panameña, y anunció la rehabilitación de la Escuela de la Selva como centro de formación para fuerzas panameñas y estadounidenses.
Sobre el tema migratorio, el diplomático respaldó firmemente las medidas implementadas recientemente: “Gracias al presidente Trump y al presidente Mulino, ¡hoy el Darién está CERRADO!”, dijo con énfasis, agregando que ambos países deben continuar trabajando juntos para preservar la seguridad fronteriza y la dignidad humana.
Cabrera reafirmó que Estados Unidos sigue siendo el principal socio comercial e inversionista extranjero en Panamá, pero destacó que son las relaciones personales las que realmente sostienen esta alianza: “Las conexiones de persona a persona construyen vínculos profundos y duraderos”.