La apuesta consolidó a California como una tierra de sueños y sentó las bases de un modelo multiplataforma que todavía se replica
Hace 70 años, Disneyland abrió sus puertas en Anaheim (California) con la ambición de convertir sus historias animadas en una experiencia real. Lo que entonces parecía un experimento costoso y sin precedentes terminó por cambiar el rumbo del entretenimiento global, informó la agencia EFE.
La apuesta consolidó a California como una tierra de sueños y sentó las bases de un modelo multiplataforma que todavía se replica.
En 1955, mientras el empresario y animador estadounidense Walt Disney expandía al plano terrenal el mundo de sus películas, que para entonces ya contaban con personajes como Mickey Mouse, Pinocho, Dumbo o Bambi, el empresario Ray Kroc se había aliado con los hermanos Richard y Maurice McDonald para abrir la primera franquicia de la cadena de comida rápida de McDonald’s.
En el ámbito urbano se estaba gestando el sistema de autopistas estatales de Estados Unidos que ayudaría a convertir al automóvil en parte esencial de la identidad estadunidense, y musicalmente el rock and roll de Chuck Berry y Elvis Presley empezaba a marcar el pulso de una nueva cultura juvenil, cada vez más visible y protagónica.

“Disneyland fue una de las cosas que más contribuyó a la modernidad de California como una especie de país de los sueños”, cuenta Robert Thompson, fundador del Centro Bleier de Televisión y Cultura Popular de la Universidad de Siracusa, en una entrevista con EFE.
“Hollywood ya había establecido la imagen de California en la mente de la gente, teníamos el letrero de Hollywood, las estrellas de cine, el Teatro Chino y el Paseo de la Fama, y Disneylandia añadió otra dimensión a todo eso”, dice el especialista.
Lo que comenzó como una solución urgente de financiamiento para un proyecto ambicioso y carísimo, terminó convirtiéndose en una alianza pionera entre televisión y entretenimiento.
Walt Disney necesitaba capital para construir Disneyland, un parque temático sin precedentes que ya había sobrepasado su presupuesto inicial, por lo que recurrió a la cadena ABC, que aceptó invertir en el proyecto a cambio de los derechos exclusivos para emitir un programa semanal con contenido del estudio.
Así, un año antes de que el parque abriera sus puertas, nació el programa Walt Disney’s Disneyland, que no solo sirvió como plataforma promocional, sino que convirtió a la televisión, aún incipiente, en una poderosa herramienta de marketing.
El 17 de julio de 1955 el parque temático finalmente abrió sus puertas. Su inauguración, transmitida en vivo por televisión y presentada por Ronald Reagan, marcó el inicio de una estrategia de sinergia multiplataforma que definiría el futuro de la compañía.
“Era un modelo de negocio perfecto”, asegura Thompson, ya que mientras las películas terminaban su tiempo en cartelera “este parque de atracciones era una forma de hacer a los personajes capaces de vivir perpetuamente en el espacio tridimensional y generar muchos ingresos a medida que vendía entradas”, cuenta.
