Un ataque aéreo israelí ha acabado con la vida de seis periodistas, lo que ha generado nuevas críticas a la FDI a nivel internacional
Palestinos del norte de Gaza reportaron este lunes los bombardeos más intensos de las últimas en semanas. Fueron en áreas del este de la Ciudad de Gaza, pocas horas después de que el jefe del régimen israelí, Benjamín Netanyahu, declarara que esperaba llevar a cabo y concluir una nueva ofensiva ampliada contra Hamás “con bastante rapidez”, informó el diario La Razón.
Dijo que Hamás se ha negado a negociar una y otra vez, que el único modo de traer a los rehenes de vuelta es por la fuerza.
Algo que el Foro de familias de secuestrados rechaza de plano, recordando que los más de 100 cautivos fueron devueltos a Israel solo por medio de la negociación y que solo unos pocos, exactamente seis, fueron recuperados por la fuerza.

Netanyahu fue preguntado en la conferencia de prensa con medios israelíes si confiaba en su jefe del Estado Mayor, Eyal Zamir, quien ha declarado que no cree que el control total de la Ciudad de Gaza sea el camino a seguir, sino una aproximación gradual para rodear la ciudad. El mandatario respondió al periodista que confía en que el ejército cumpla adecuadamente con las órdenes del escalafón político.
Un ataque aéreo israelí también asesinó a seis periodistas en el último día, entre ellos el destacado corresponsal de Al Jazeera, Anas al Sharif, en una tienda de campaña en el complejo del Hospital Al Shifa de la Ciudad de Gaza.
Hace dos semanas, la directora regional del Comité para la Protección de los Periodistas, Sara Qudah, declaró estar “profundamente alarmada por las reiteradas amenazas del portavoz del ejército israelí en árabe, Avichay Adraee, contra del corresponsal, e instó a la comunidad internacional a protegerlo”.

Según el informe de Al Jazeera, al-Sharif fue asesinado junto con su colega, el también reportero Mohamed Qreiqeh, los fotógrafos Ibrahim Zaher, Mohamed Noufal y el conductor Moamen Aliwa.
La Asociación de Prensa Extranjera (FPA), que representa a periodistas internacionales destacados en Israel y los territorios palestinos comunicó su condena: “Esos colegas cumplían con su deber periodístico e informaban sobre los acontecimientos en el momento”, y añadió: “El ejército israelí ha tildado repetidamente a periodistas palestinos de militantes, a menudo sin pruebas verificables, convirtiéndolos en objetivos”.
El FPA también criticó al gobierno israelí por lanzar acusaciones de parcialidad contra periodistas extranjeros afirmando que ha “difamado la información de la prensa extranjera”, al tiempo que prohíbe el acceso independiente a Gaza. “Instamos a Israel a que cese sus ataques contra periodistas en Gaza y les permita entrar e informar libremente”, concluía el comunicado.

El primer ministro australiano, Anthony Albanese, declaró el lunes que su país reconocerá un Estado palestino en la Asamblea General de la ONU en septiembre, en lo que denominó “una oportunidad para lograr la autodeterminación del pueblo palestino”. El primer ministro declaró a la prensa tras una reunión de gabinete que Israel “sigue desafiando el derecho internacional” y que la situación humanitaria en Gaza “ha superado los peores temores del mundo”.
“Una solución de dos Estados es la mejor esperanza de la humanidad para romper el ciclo de violencia en Oriente Medio y poner fin al conflicto, el sufrimiento y la hambruna en Gaza”, declaró Albanese. El presidente de la Federación Sionista de Australia, Jeremy Leibler, afirmó lo que dice también el gobierno israelí, que tal declaración solo “envalentonará a Hamás, pondrá aún más en peligro la vida de los rehenes israelíes, prolongará la guerra y la crisis humanitaria en Gaza”.
Los nuevos planes israelíes de conquista de Ciudad de Gaza han generado alarma en el extranjero, y el presidente francés, Emmanuel Macron, declaró el lunes que presagiaban “un desastre de una gravedad sin precedentes” y “un paso hacia una guerra sin fin”. El viernes, Alemania, un aliado europeo clave, anunció que detendría las exportaciones de equipo militar a Israel que pudiera utilizarse en Gaza. Gran Bretaña y otros aliados europeos instaron a Israel a reconsiderar su decisión de intensificar la campaña de exterminio en Gaza.
