El hallazgo del joven Zavacephale rinpoche en el desierto del Gobi permite reescribir la historia evolutiva de estos misteriosos dinosaurios de cráneo abovedado
Un equipo internacional de paleontólogos ha desenterrado en el desierto del Gobi, en Mongolia, el fósil más antiguo y completo conocido hasta ahora de un paquicefalosaurio, un grupo de dinosaurios herbívoros famosos por sus cráneos abovedados, informó la agencia EFE.
El espécimen, perteneciente a una nueva especie llamada Zavacephale rinpoche, vivió hace aproximadamente 108 millones de años durante el Cretácico temprano y representa un avance clave en la comprensión de la evolución de estos enigmáticos animales.
El hallazgo fue liderado por Tsogtbaatar Chinzorig, paleontólogo de la Academia de Ciencias de Mongolia y asistente de investigación en la Universidad Estatal de Carolina del Norte. Los detalles del estudio han sido publicados esta semana en la revista Nature.
“Este espécimen es un descubrimiento único en la vida”, destacó Lindsay Zanno, investigadora de la Universidad Estatal de Carolina del Norte y autora correspondiente del estudio. “Retrasa el registro fósil del grupo al menos 15 millones de años y está increíblemente bien conservado”.

El joven Zavacephale rinpoche medía unos 90 centímetros de largo y, aunque no había alcanzado la madurez al morir, ya presentaba una cúpula craneal completamente formada.
Esto permite, por primera vez, vincular el desarrollo del cráneo con la etapa de crecimiento, resolviendo un antiguo debate en la paleontología sobre si las diferencias en los cráneos se debían a especies distintas o simplemente a la edad de los ejemplares.
“Es un hallazgo espectacular porque tiene extremidades completas y un cráneo íntegro, lo que nos permite entender cómo se desarrollaba la famosa cúpula en los juveniles”, explicó Chinzorig.
El nombre de la nueva especie combina raíces tibetanas y latinas, Zavacephale significa cabeza origen y rinpoche, precioso, en honor a su cráneo abovedado hallado en un acantilado.
Los restos del Z. rinpoche han ofrecido nuevas pistas sobre la biología y comportamiento de los paquicefalosaurios, además del cráneo, se descubrieron piedras estomacales (gastrolitos), una cola articulada con tendones y huesos de las manos, estructuras raramente preservadas en fósiles de este grupo.
Entre los hallazgos más sorprendentes, se detectó una reducción del 56% en las neuronas de la corteza cerebral en comparación con otros dinosaurios, lo que podría ofrecer pistas sobre su comportamiento.
Los estudios también refuerzan la teoría de que la cúpula craneal no servía para defensa o regulación térmica, sino para competencia sexual o social, como una forma de exhibición entre machos, similar a lo que ocurre en algunas especies actuales.
“Las cúpulas eran probablemente usadas para presumir, no para pelear”, sostuvo Zanno.
El descubrimiento de Zavacephale rinpoche no solo proporciona el registro más antiguo del linaje de los paquicefalosaurios, sino que reformula lo que sabíamos sobre su evolución y morfología. Vivió en un entorno muy distinto al Gobi actual, con valles fértiles salpicados de lagos, ideal para este tipo de dinosaurios herbívoros que podían alcanzar más de 4 metros de largo en su etapa adulta.
El estudio destaca la necesidad de seguir explorando y excavando en regiones como Mongolia, donde aún pueden quedar piezas clave del rompecabezas evolutivo de los dinosaurios.
“Estos nuevos materiales cambian nuestra comprensión de cómo se movían, cómo se alimentaban y cómo crecían los paquicefalosaurios”, concluyó Chinzorig.
