Considerado preso de conciencia por Amnistía Internacional, Ferrer abandona la isla tras un acuerdo entre Cuba y Estados Unidos
El histórico disidente cubano José Daniel Ferrer aterrizó este lunes en Miami, luego de ser liberado de prisión en Cuba y partir al exilio junto a su familia, como parte de un acuerdo entre La Habana y Washington. La salida de Ferrer ocurre tras años de encarcelamiento, torturas y represión por parte del régimen cubano, según denuncias de su familia y organizaciones internacionales, informó la agencia EFE.
“Estoy muy agradecido y muy contento”, declaró Ferrer al llegar a Estados Unidos, donde fue recibido por miembros de la comunidad cubana exiliada.
Ferrer, quien encabezó la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU) y fue uno de los 75 presos políticos de la Primavera Negra del 2003, llevaba más de la mitad de los últimos 20 años en prisión.

Amnistía Internacional lo reconocía como preso de conciencia y su salida se da tras meses de denuncias sobre brutales golpizas, torturas y tratos inhumanos sufridos en la cárcel de Mar Verde, al este del país.
La Cancillería cubana confirmó que su liberación se dio tras una solicitud formal del gobierno estadounidense, en un contexto de silenciosas negociaciones bilaterales. El congresista cubano-estadounidense Carlos Giménez afirmó que Ferrer fue encarcelado y torturado solo por salir a la calle a pedir libertad.
En una carta previa a su salida, Ferrer alertó que el régimen intentó condicionarlo a realizar declaraciones políticas o solicitar un “diálogo” a Estados Unidos y a la Iglesia Católica, sin embargo, su familia asegura que continuará la lucha desde el exilio.

“Seguiré luchando hasta alcanzar la merecida libertad de los presos políticos en la isla”, aseguró Ferrer en un mensaje difundido con una foto suya a bordo del avión que lo sacó de Cuba.
Su partida sigue a la de Aymara Nieto, integrante del movimiento Damas de Blanco, quien también fue liberada recientemente y se asentó en República Dominicana, ambos casos reflejan un patrón creciente de exilio forzado como mecanismo de control político del régimen cubano.
