Dos muertos en un solo ataque armado de un sicario. Asesinan a un oficial cumpliendo con su deber. El sicario sin respeto al policía le dispara a corta distancia. Lo peor es que los sicarios no le temen a la Policía. La única forma, que comprendan, es pagándoles con su misma ración de plomo. Los sicarios no se resocializan.
Hay que hacer un control de daños, un escarmiento al bajo mundo. No mates policías. Esa regla no escrita, se perdió después de la invasión, con el surgimiento de la nueva Fuerza Pública civil. Ese factor psicológico funciona como un control de daños, es el balance en una sociedad donde no hay respeto por los valores humanos.
Cuando en una sociedad se le pierde el respeto a la autoridad y se le dispara con toda la intención de matar a un policía, es un campanazo que algo no funciona en la seguridad. El uniforme, se respeta. Ese valor desapareció.
El asesinato de un policía mientras estaba en servicio, es una alerta de lo grave de la situación de inseguridad. No se puede maquillar con narrativas de guerra entre pandillas, u otras excusas, para que el Estado no reaccione con firmeza.
Señores del gobierno, desde el Señor Presidente, el ministro de Seguridad, jefes de los estamentos de seguridad y directores, ustedes tienen el deber de garantizar la paz y protección al panameño. Y a sus subalternos, darles el mérito a su misión institucional.
Plan de control de daños
1.- Limpiar la Fuerza Pública, es es la primera tarea. Atacar la corrupción policial en paralelo con la penetración de las organizaciones criminales. Revisión de cuentas bancarias de todos los oficiales superiores en actividad.
2.- Reforzar al mando actual de la Policía civil, nombrando a un nuevo subdirector civil con experiencia judicial, preferiblemente un fiscal con experiencia con hoja de servicio íntegra. Fortalecer las investigaciones para que no se caigan en las audiencias.
3.- Ordenar un bloqueo de las cárceles. Por la muerte del policía se aplican métodos de poder del Estado. Cero visitas en diciembre. Ese mensaje llega directo a los malandros.
4.- Ordenar un arqueo con auditores externos de las armerías y sus municiones.
5.- La actual DIJ pasaría a órdenes directas del Procurador, con funciones de investigaciones judiciales sin la contaminación de los policías.
