Es el tercer buque detenido en el Caribe en medio del endurecimiento de las sanciones contra el gobierno del dictador Nicolás Maduro
Estados Unidos interceptó este domingo un tercer petrolero de bandera panameña en aguas del mar Caribe, cerca de las costas de Venezuela, como parte de la ofensiva para frenar el comercio de crudo venezolano sancionado, según informaron medios estadunidenses.
El buque, identificado como Bella 1, figura en la lista de sanciones de Washington y también navega bajo registro panameño, de acuerdo con un reporte de Bloomberg. Autoridades estadunidenses señalaron que el estado actual del tanquero es desconocido y que aún no se ha confirmado si transportaba petróleo venezolano.
Hasta el momento, ni el Pentágono ni la Guardia Costera han ofrecido detalles oficiales sobre la operación, remitiendo todas las consultas a la Casa Blanca, que tampoco ha confirmado públicamente la intercepción.
De acuerdo a Europa Press, el Bella 1 se encuentra desde junio del 2024 bajo sanciones de la Oficina de Control de Activos Extranjeros (OFAC) del Tesoro de Estados Unidos. El petrolero, de bandera panameña, está vinculado a la compañía Louis Marine Shipholding Enterprises, a su vez relacionada con la Guardia Revolucionaria de Irán. En su orden de sanciones, el Tesoro de Estados Unidos asegura que esta compañía ha “asistido, patrocinado o proporcionado materialmente apoyo financiero, material o tecnológico” para la fuerza iraní.
La acción se produce un día después de la incautación del tanquero Centuries, también con bandera panameña, al que Estados Unidos vinculó con el transporte de crudo sancionado de la estatal PDVSA. Según la Casa Blanca se trataba de un buque de “bandera falsa” de lo que denomina la “flota fantasma” utilizada para evadir restricciones internacionales.
Con este caso, suman tres los petroleros interceptados tras el reciente endurecimiento de la política estadunidense contra Venezuela, impulsado por el presidente Donald Trump, quien ordenó un bloqueo total a la entrada y salida de buques petroleros sancionados.
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Washington sostiene que estas medidas buscan cortar el financiamiento del gobierno del dictador Nicolás Maduro, al que acusa de encabezar redes de narcotráfico. Desde agosto, Estados Unidos mantiene además un despliegue militar en el Caribe como parte de una campaña antidrogas.
Por su parte, el gobierno venezolano rechazó la incautación del Centuries y calificó la acción como un “robo y secuestro” de un buque privado que transportaba crudo venezolano, elevando la tensión diplomática entre ambos países.