“No tengo ningún problema, veremos qué sucede, pero los misiles de corto alcance son muy comunes”, dijo Trump.
Corea del Norte realizó este viernes su tercer ensayo armamentístico en ocho días, según el ejército surcoreano, pero el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, dijo no tener problemas con los disparos de Pyongyang.
Corea del Norte, nación dotada del arma nuclear, tiene prohibido realizar lanzamientos de misiles balísticos en virtud de varias resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU, donde muchos de sus miembros criticaron este aumento de la actividad militar de Pyongyang.
Pero no fue el caso de Trump quien, gracias a la distensión lograda en 2018 en la península de Corea, se reunió en tres ocasiones en el espacio de un año con el líder norcoreano, Kim Jong Un.
“No tengo ningún problema, veremos qué sucede, pero los misiles de corto alcance son muy comunes”, dijo Trump ante la prensa.
“Puede que haya una violación (de las resoluciones) de la ONU, pero el presidente Kim no quiere decepcionarme traicionando mi confianza”, añadió luego Trump en Twitter, agregando que cree que el líder norcoreano “va a hacer lo correcto”.
En su tercer encuentro, en junio en la Zona Desmilitarizada (DMZ) que divide la península, Kim y Trump acordaron reanudar las negociaciones.
Pero este compromiso aún no dio frutos y el gobierno norcoreano advirtió que el proceso podría descarrilar si se llevan a cabo las maniobras militares entre Estados Unidos y Corea del Sur previstas la semana que viene.
– Alta velocidad –
Muchos expertos consideran que los ensayos militares norcoreanos buscan aumentar la presión sobre Estados Unidos.
Corea del Norte disparó la mañana del viernes dos proyectiles desde su costa este, que volaron unos 220 kilómetros a una altitud de hasta 25 kilómetros y una velocidad de Mach 6,9, según el Estado Mayor Conjunto surcoreano. Esta velocidad es inusualmente rápida para un arma de corto alcance.
El perfil fue similar al de los ensayos del miércoles y según la oficina presidencial de Seúl se trató muy probablemente de “un nuevo tipo de misil balístico de corto alcance”.
Pyongyang describió los dos proyectiles lanzados ese día como “un nuevo sistema de lanzamiento múltiple de cohetes guiados de gran calibre”
La semana pasada, Pyongyang ya disparó dos artefactos que Seúl describió como misiles balísticos de corto alcance, uno de los cuales voló al menos 700 km.
Esta fue la “respuesta” de Corea del Norte “a la afirmación de Trump de que ‘no hay urgencia’ en negociar un acuerdo nuclear”, consideró Jean Lee, del Centro Wilson de Washington. “Busca provocar un sentimiento de urgencia en la península de Corea para reforzar su posición antes de las negociaciones sobre la cuestión nuclear”.
Tras las tensiones en 2017, cuando los dos líderes intercambiaron insultos y amenazas de guerra, 2018 fue el año del acercamiento diplomático entre los dos líderes.
Pero el progreso hacia la desnuclearización real ha sido lento, ya que Pyongyang aún no ha acordado renunciar a ninguna de sus armas y Estados Unidos insistió en que las sanciones contra Corea del Norte deben mantenerse.
Corea del Norte describió el lanzamiento de la semana pasada como una “advertencia solemne a los belicistas surcoreanos”, y pidió la cancelación de los ensayos militares planeados entre Washington y Seúl.
Pero el Pentágono reafirmó que Estados Unidos y Corea del Sur seguirán adelante con los ejercicios militares.
Washington tiene 28.500 soldados desplegados en Corea del Sur para protegerlo de amenazas de su vecino.
Tres miembros europeos del Consejo de Seguridad de la ONU, Reino Unido, Francia y Alemania, condenaron el jueves las pruebas de Corea del Norte.
Instaron al Norte a “tomar medidas concretas hacia su desnuclearización completa, verificable e irreversible y entablar negociaciones significativas con Estados Unidos según lo acordado entre el presidente Trump y Kim Jong Un el 30 de junio”.