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La obsesión con los aniversarios

La obsesión con los aniversarios
lunamotos —movimientos sísmicos Científicos han descifrado el misterio tras los lunares— superficiales, registrados a tan solo unos kilómetros de la superficie.

Según el parámetro que sea, el verano de 1969 fue, como se dice hoy, “demasiado”.

En junio ocurrieron los disturbios de Stonewall, un momento histórico del movimiento moderno a favor de los derechos de las personas homosexuales. En julio, el alunizaje. En agosto, los espantosos asesinatos de Charles Manson, seguidos por el lodo interminable de Woodstock.

Estos sucesos han sido tema de un sinfín de canciones, películas, clases universitarias, libros de historia y novelas de romance. Y ahora, en 2019, han engendrado otro verano especial, esta vez de celebraciones de aniversarios número 50 que son públicas, muy planeadas y llenas de nostalgia. Millones de personas de todo el mundo se están uniendo a ellas, junto con diseñadores de zapatos deportivos, empresas de cepillos de dientes, hoteles, museos y organizaciones noticiosas.

No es que queramos aguarles la fiesta a los que, por ejemplo, estuvieron bailando enfundados en trajes con estampados de constelaciones y bebiendo Budweiser en el Centro Espacial Houston hace un par de semanas. Pero después, encontrarnos con conmemoraciones menos importantes, como una copia de la revista People en la que se celebraba el aniversario número 30 de la película Cuando Harry conoció a Sally en el puesto de periódicos de la esquina, hizo surgir la siguiente pregunta: ¿de qué sirve celebrar estos aniversarios? ¿Es algo esencial de alguna manera para el bienestar psicológico de la sociedad, un intento de colectivizar las experiencias cada vez más difuminadas por las distracciones del internet? ¿O solo se trata de más oportunidades para que las corporaciones nos vendan cosas?

Además, ¿por qué se eligen esos lindos números redondos (más específicamente, los múltiplos de cinco)? “Debemos señalar lo extraño de la situación, su peculiaridad, el hecho de que nadie exprese desacuerdo en ningún foro mediático para decir: ‘Estamos exagerando’ o ‘Hablemos de algo más este fin de semana’”, dijo William Johnston, profesor emérito de Historia de la Universidad de Massachusetts, Amherst, y autor del libro Celebrations: The Cult of Anniversaries in Europe and the United States Today (Conmemoraciones: el culto a los aniversarios en la Europa y los Estados Unidos de hoy, 1991). “Las cosas no se rememoran cuando no se trata de un número par. El intento de asesinar a Hitler fue hace 51 años, así que no le prestaremos ninguna atención”.

Al parecer, muchas personas disfrutan de celebrar aniversarios importantes de ocasiones culturales casi tanto como los de sus propios matrimonios.

Un 19 por ciento más de personas visitaron el Centro Espacial Houston en la primera semana de julio que esa misma semana el año pasado, de acuerdo con la organización.

Cinco millones de personas (más de la mitad de la población total de la ciudad de Nueva York) asistieron a las celebraciones del aniversario número 50 de Stonewall, que culminaron la semana pasada en junio; 200.000 de ellas —alrededor de 130.000 más que el año anterior— se unieron a la caminata del desfile oficial, usando trajes de arcoíris y disfraces de la Estatua de la Libertad, de acuerdo con Chris Frederick, director ejecutivo de NYC Pride.

En vista de la cancelación del festival Woodstock 50 después de meses de caos organizacional, quizá es hora de que reconsideremos la celebración del megaaniversario.

Una de las principales razones por las que está ocurriendo este revuelo en estos momentos es que esos tres grandes sucesos fueron de los primeros que se filmaron de manera vibrante y cohesiva (con gran parte del material a color), dijo Carolyn Kitch, profesora de Medios y Comunicación en la Universidad Temple. “Hay fotografías icónicas, cobertura noticiosa icónica, que todas las televisoras y los diarios quieren usar”, comentó. “Eso hace que la historia adquiera una mayor importancia”.

Johnston señaló que “los aniversarios de los cien años solo tienen fotografías en blanco y negro. Por eso es que 1969 es ideal. Todas las televisoras tienen cintas de Woodstock, Stonewall, el alunizaje. Puedes ignorarlo durante el fin de semana del aniversario si quieres, pero es lo mismo que elegir no ver la Serie Mundial”.

La gente ahora también vive más y tiene mejor salud de los setenta a noventa años. Eso significa que hay muchas personas que ya eran adultos durante el suceso original y quieren volver a vivir el momento cincuenta años después (quizá con una mente más lúcida).

En 1969, Steven Janney Smith era un chico de 19 años con cabello largo y despeinado y un guardarropa que incluía una camiseta con cuello de estrás. Recuerda haber conducido toda la noche desde una fiesta en Detroit a 160 kilómetros por hora para llegar a Woodstock a disfrutar del final del festival. “Estaba en una fiesta en una casa y simplemente decidí: ‘Quiero ir’”, dijo Smith, ahora de 69 años y convertido en radiólogo intervencionista en Chicago. “No recuerdo qué bandas vi, pero recuerdo la pestilencia. El festival estaba en un pastizal de vacas, lo cual nadie nunca menciona en las historias emotivas acerca de esa reunión sagrada”.

Aun así, el aniversario le está dando la oportunidad de sacar sus fotografías y pensar en una manera de recuperar parte de esa libertad. “En ese entonces no había celulares, nadie sabía dónde estabas. No tenía que estar en ningún lugar ni me preocupaba nada en la vida”, dijo Smith. “Ese era el tipo de libertad que necesito recuperar ahora”. Hizo una pausa: “Necesito encontrar un lugar donde celebrar este aniversario con personas que lo entiendan”.

Un grupo con el que quizá no querría salir de fiesta son las generaciones más jóvenes, y algunas de ellas están acudiendo a esas celebraciones.

Para algunos se trata de una fascinación por los sucesos que ocurrieron antes de su época. “Siempre he bromeado acerca de que mi más grande arrepentimiento en la vida fue no haber nacido a tiempo para ver el alunizaje”, dijo Stefanie Waldek, una escritora, editora y productora digital de 27 años que vive en Brooklyn y viajó a Houston para festejar el aniversario del alunizaje. “Creo que el alunizaje ha sido el logro más grande de la humanidad y quería estar con las personas que lo hicieron posible”.

A otros, las celebraciones de aniversarios tal vez les ofrecen una oportunidad de escapar de su inquietante realidad actual de crisis climática y tiroteos masivos. “El frenesí de la rememoración colectiva proporciona una excusa para olvidar brevemente todo lo demás”, comentó Johnston.

Emilie Aries, de 31 años, quien tiene una empresa de desarrollo profesional en Denver, pasará el aniversario de Woodstock en la granja de sus suegros en North Branch, Nueva York. Su suegro estuvo en el evento original y está invitando a sus colegas a una fiesta con una banda local. A los invitados les han pedido que traigan fotos de ellos en la década de 1960 para exhibirlas en un árbol.

“Quiero estar cerca de esos jipis y hablar con ellos sobre cómo se rebelaron contra el sistema establecido”, dijo Aries. “Es una manera de contrarrestar el odio que estamos viendo en el gobierno actual. Quiero que me recuerden el poder del amor y ver si puedo aprender algo de eso”.

El principal argumento en contra de las celebraciones de aniversarios, sobre todo en contra de los ostentosos festejos de 50 años, es que los han corrompido los intereses corporativos.

Los patrocinadores corporativos de Stonewall 50 incluyeron a T-Mobile, Mastercard, Hyatt, Macy’s, Target, Delta, Diet Coke, Unilever, Nordstrom, MAC, Skyy vodka, Omnicom Group y muchos otros.

“Las empresas comerciales están explotando este evento para dirigir la atención a sus productos”, dijo Johnston. “Creo que la mayoría de la gente se da cuenta de eso”.

Warner Bros. Television está celebrando el vigésimo quinto aniversario de Friends (¿que no acabamos de celebrar el vigésimo?) montando durante un mes un efímero Central Perk, su cafetería ficticia, en SoHo. A partir del 7 de septiembre, habrá recreaciones del set, espacios para sesiones fotográficas y, desde luego, la oportunidad de comprar mercancía en la tienda del lugar.

Paramount Pictures y Fathom Events han anunciado que proyectarán la película original de Viaje a las estrellas (Star Trek, 1979) en cines durante dos días en septiembre para conmemorar el cuadragésimo aniversario de la película (esto sigue el ejemplo del regreso exitoso de Encuentros cercanos del tercer tipo de Columbia en 2017).

Además de permitir que los medios saboreen sus éxitos del pasado, los aniversarios les dan a las televisoras, a las empresas productoras y, sí, a los periodistas una pausa de su obligación de crear contenido nuevo todo el tiempo.

“Es muy conveniente”, dijo Johnston. “Puedes decidir lo que quieres cubrir con cinco años, diez años, cincuenta años de anticipación. Todos pueden decidir lo que estaremos celebrando en 2029”.

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