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Impacto del Covid-19 en la cadena de suministro en Panamá

Impacto del Covid-19 en la cadena de suministro en Panamá
El actual escenario de pandemia por Covid-19 ha llevado al engranaje logístico panameño a adoptar una serie de medidas para mantener firme la operación.

Medidas de cuarentena obligatoria han limitado el gasto en productos que no son de primera necesidad y dificulta el cumplimiento con obligaciones financieras de los compradores.

La crisis del coronavirus Covid-19 ha traído a colación la importancia de disponer de una cadena de suministro fortalecida, flexible, con capacidad de adaptación y de respuesta eficaz para hacer frente a situaciones como la que estamos viviendo.

Con el pasar de los días hemos sido testigos de los efectos de la pandemia como la escasez de materias primas, la reducción de la mano de obra, el riesgo financiero y crediticio, calidad de los productos, almacenamiento y transporte de los mismos.

Para Rebeca Cáceres, presidenta de la Asociación Panameña de la Cadena de Abastecimiento (APECA), por su naturaleza global, esta  es una disrupción en las cadenas de suministros distinta a las vividas en el pasado.

A su juicio, impacta directamente sobre los factores más valiosos de toda la cadena de abastecimiento que es el recurso humano y al mismo tiempo el consumidor.

“Medidas de cuarentena obligatoria han limitado el gasto en productos que no son de primera necesidad y dificultado el cumplimiento con obligaciones financieras de los compradores”, expone.

A su vez, asegura que en la actualidad las actividades de abastecimiento, producción, transporte y distribución de las cadenas de suministro están más expuestas a riesgos externos que en el pasado, haciéndolas vulnerables ante políticas de salud, sociales y económicas establecidas por los gobiernos afectados.

Además, en el caso de hubs logísticos como Panamá,  detalla que se tiene una alta dependencia del desempeño del comercio y transporte marítimo internacional.

“La reducción en el emplazamiento de buques y la baja en la demanda afectan directamente la disponibilidad del transporte y los volúmenes de carga.  En el caso del sector aéreo, su recuperación, a los niveles actuales, se dará en un periodo entre dos a cuatro años”, puntualiza.

No obstante, ante las circunstancias actuales, Cáceres relata que se han mantenido participativos a través de gremios logísticos en iniciativas locales, en materia de cadena de suministro y de la misma forma están vigilantes del desempeño del comercio mundial.

“En tiempos de crisis se recomienda atender el tema con rapidez, tomar las medidas de salud recomendadas por las autoridades, apoyarse en la colaboración entre actores claves, asegurar el suministro de los productos y servicios básicos y dotar  al personal esencial de implementos de seguridad”, explica Cáceres.

Rebeca Cáceres, presidenta de la Asociación Panameña de Ejecutivos de la Cadena de Abastecimiento (APECA).

Enfatiza que en materia económica se hace indispensable identificar las necesidades de la población y los negocios, mantener una continua comunicación y solidaridad. A su vez, apalancarse en la medida de las posibilidades en la tecnología.

Cáceres pone como ejemplo los estados de Nueva York y Nueva Jersey, en Estados Unidos, que han creado un portal de empleo en línea para posiciones que se han abierto en plataformas de comercio electrónico.

Interrupciones en la cadena de suministro  

En el campo agroalimentario, un informe de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO por sus siglas en inglés), asegura que en abril y mayo la cadena de suministro de alimentos sufrirá interrupciones motivadas por la pandemia.

Destaca que factores como el cierre de las fronteras o suspensiones de los mercados, limitaría el acceso a los alimentos, específicamente en países duramente afectados por la pandemia.

En Panamá, las autoridades centrales intentan garantizar el suministro de alimentos a la población, en medio de restricciones de movilidad, sanitarias y de cuarentena obligatoria.

Según la FAO, los consumidores deben planificar las compras, pues esto ayudaría a las demás personas a la hora de buscar los enseres necesarios para sustentarse y, a su vez, evitaría la pérdida de alimentos.

En Panamá, el Canal de Panamá y las terminales portuarias no se han  detenido pese a los efectos del coronavirus. Sin embargo, la situación ha provocado el anclaje de barcos en distintos puertos y contenedores rezagados con mercancía.

Las medidas adoptadas en suelo panameño, como la declaratoria de emergencia, restricción de movilidad, cerco sanitario y la suspensión de la llegada de los aviones de pasajeros al Aeropuerto Internacional de Tocumen, recrudecen la actividad comercial en el país.

El pasado 17 de abril de 2020, la Asociación Internacional de Transporte Aéreo (IATA), hizo un llamado a los gobiernos a garantizar el flujo de carga aérea.

Explica que los retrasos en la aprobación de los permisos, las medidas de cuarentena para la tripulación de carga aérea y la falta de apoyo en tierra, continúan obstaculizando el movimiento de los vuelos de carga que transportan suministros médicos vitales y otras necesidades.

“Las aerolíneas están proporcionando tanta capacidad como pueden. Los gobiernos deben intensificar y garantizar que las líneas de suministros vitales permanezcan abiertas y eficientes, y que haya una infraestructura adecuada y soporte disponible en el aire y en tierra”, asegura la organización.

Edgar Urrutia, presidente de la APAC.

En Panamá, Edgar Urrutia, presidente de la Asociación Panameña de Agencias de Carga, gremio que aglutina a operadores logísticos en servicios de carga marítima, terrestre y aérea, asevera que la actividad que desempeñan ha disminuido más del 30%.

Resalta que las agencias aéreas son las más afectadas, pues la actividad comercial la movilizan por aviones de pasajeros y al estar la aerolínea Copa Airlines con su flota parada, los volúmenes de carga han disminuido de forma considerable.

Señala que los efectos de la pandemia han saturado a los aviones de carga, por ende, la actividad para este este sector se hace más costosa.

Referente al campo marítimo, asegura que los mayores efectos se verán en estos meses de abril y mayo. “Lo que se ha tratado de negociar con las terminales portuarias y las navieras es avanzar en los procesos de digitalización, firmas electrónicas, sellos electrónicos, para facilitar la tramitología”, describe.

“Nuestra industria tiene que avanzar mucho más rápido sobre estos temas. Ya el Gobierno Nacional está trabajando en una plataforma digital para que podamos ir poco a poco normalizando las operaciones”, arguye.

Precisa que han pedido la solidaridad de los puertos y las navieras para con  las empresas que han tenido que cerrar sus negocios y se les ha imposibilitado recibir la carga.

Para el presidente del Consejo Empresarial Logístico (COEL), Antonio García Prieto, un factor fundamental en este momento de emergencia ha sido la constante inversión en tecnología de punta y reconversión de los negocios.

“El balance es que a pesar del descenso en la cantidad de carga en un 60%, se ha mantenido con fluidez, especialmente el movimiento de medicamentos, equipos de seguridad sanitaria, alimentos, artículos de aseo e insumos agrícolas, entre otros”, señala el presidente de COEL.

Agrega que en cuanto a las medidas que han dificultado el desempeño de la actividad, están las restricciones y retenes para los vehículos, que han ocasionado retrasos importantes en el recorrido de los camiones con carga que deberían tener carriles especiales.

 

 

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