La ira por el racismo en EE.UU. resurge con manifestaciones y boicots

La ira por el racismo en EE.UU. resurge con manifestaciones y boicots
"End Racism" se muestra en el marcador a la luz de los eventos recientes en Kenosha, Wisconsin, con respecto al tiroteo de Jacob Blake, antes del Juego Tres de la Segunda Ronda de la Conferencia Oeste durante la NHL 2020 Playoffs de la Copa Stanley en Rogers Place el 26 de agosto de 2020 en Edmonton, Alberta. Foto: AFP

La violencia ganó las calles de Kenosha y durante la cual un joven de 17 años armado, que fue detenido, mató a dos manifestantes.

Los balazos que recibió el afroestadounidense Jacob Blake de un policía blanco reavivaron la furia contra el racismo en Estados Unidos con nuevas manifestaciones y un boicot del mundo deportivo.

Luego de tres noches de protestas, que el martes dejaron dos muertos, una precaria calma reina en Kenosha, Wisconsin, donde Blake fue baleado a quemarropa por un agente y la policía instó a respetar el toque de queda nocturno.

“Agradezco a quienes protestaron (el miércoles) pacíficamente y obedecieron el toque de queda sin perder ante la violencia su voz ni el deseo de cambio”, dijo el jefe de policía de Kenosha Daniel Miskins.

“La voz de esa gente no cae en oídos sordos. Escuchamos lo que están diciendo”, añadió.

Miskins habló luego que la violencia ganó las calles de Kenosha y durante la cual un joven de 17 años armado, que fue detenido, mató a dos manifestantes.

La noche del miércoles cientos de personas desafiaron el toque de queda y marcharon pacíficamente por las calles de esa ciudad de 170.000 habitantes donde un policía le disparó 7 veces por la espalda a Blake, de 29 años, ante la mirada de sus tres hijos.

“Todo el mundo está esperando que salgamos con furia, que nos volvamos locos en la cuarta noche, pero estamos haciendo una protesta pacífica como se supone que debemos hacer”, dijo a la AFP Big Homie Trail, un músico que participó en la protesta.

El miércoles la noche fue más caótica en Oakland, California, donde un tribunal fue atacado; y en Minneapolis, Minnesota, donde cerca de 20 negocios fueron saqueados y vandalizados en medio de un rumor infundado de un nuevo acto de brutalidad policial.

Esa ciudad está a flor de piel desde el 25 de mayo, cuando George Floyd, un afroestadounidense que falleció asfixiado por un agente blanco durante su arresto. Esa muerte desató una ola de protestas a favor de los derechos civiles sin precedentes en décadas.

– El mundo del deporte, “harto” –
El movimiento se había atenuado en las últimas semanas las heridas se reabrieron. Blake sobrevivió pero se teme que quede paralítico, según su abogado.

El autor de los disparos, el agente Rusten Sheskey fue despedido pero no detenido ni inculpado. La justicia federal anunció una investigación paralela a la de la justicia local.

Las imágenes de los disparos contra Blake provocaron una movilización sin precedentes en el mundo del deporte, iniciada por el equipo de baloncesto Milwaukee Bucks. Sus jugadores boicotearon un partido y obligaron a la NBA a posponer varios otros juegos el miércoles y jueves.

La NBA, cuyos jugadores son mayoritariamente negros, espera reanudar los juegos el viernes o el sábado, dijo su vicepresidente Mike Bass.

“Exigimos un cambio. Estamos hartos de esto”, había escrito en Twitter la estrella de Los Angeles Lakers, LeBron James.

Por otra parte, la tenista japonesa Naomi Osaka se negó en un primer momento a jugar una semifinal del torneo de Cincinatti el jueves, pero finalmente aceptó disputarla después de que la organización aplazara las semifinales al viernes. También se han pospuesto partidos de fútbol y béisbol.

– “Ley y el orden” –
Sin decir una palabra sobre Jacob Blake, el presidente Donald Trump puso énfasis en repudiar los incidentes en las manifestaciones.

Este jueves Trump pronunciará un discurso de investidura como candidato presidencial republicano en las elecciones de noviembre y se esperan contramanifestaciones. Se da por seguro que Trump machacará con su consigna “Ley y Orden”.

Para el viernes decenas de miles de personas son esperadas en Washington para exigir el fin del racismo.

Uno de los organizadores de las marchas, el emblemático activista de los derechos civiles Jesse Jackson, llegó a Kenosha para exigir el enjuiciamiento de los policías involucrados en el caso Blake.

En una conferencia de prensa, instó a los estadounidenses a acudir a las urnas para “terminar con el desierto moral en la cima” del Estado y acusó a Trump de tener “poca aspiración de justicia y decencia”.

Jackson, un pastor bautista, pidió a los manifestantes mantener la calma. “No dejemos que los incendios se conviertan en imagen de la campaña”, afirmó.

 

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