Las gobernaciones bolivianas de Santa Cruz (este) y Chuquisaca (sudeste) se declararon este sábado en “situación de desastre” ante el avance de los incendios forestales que amenazan áreas protegidas y demandaron ayuda urgente del gobierno central.
“Hoy declaramos desastre departamental para que el nivel nacional pueda participar de manera inmediata (…) y realizar las acciones en este sector”, señaló en rueda de prensa Efraín Balderas, gobernador de Chuquisaca.
Previamente, su par de Santa Cruz, Rubén Costas, aprobó la declaratoria de desastre departamental para “proteger la vida e integridad de las personas, el patrimonio natural, la salud y seguridad alimenticia y económica”.
La declaratoria de emergencia permite que el gobierno central habilite recursos económicos, humanos y logísticos extraordinarios.
En Chuquisaca, los incendios forestales afectan a cinco municipios en la serranía del Aguaragüe y en el área protegida del Iñao, donde el acceso es muy dificultoso.
Por su parte, la gobernación de Santa Cruz reportó 38 incendios activos en 21 municipios. Los sitios donde la situación es más crítica son Postrervalle, San Ignacio de Velasco y la reserva de Copaib, detalló la director de Recursos Naturales Yandery Kempff.
Los incendios forestales se registran en distintas regiones del este y noreste del país, debido sobre todo a la quema de pastizales con el fin de ampliar la frontera agrícola.
Contribuyeron a avivar los fuegos las prolongadas sequías que afectan a buena parte del territorio boliviano y las altas temperaturas que se presentaron en esas zonas.
Los incendios han quemado hasta el momento 2,3 millones de hectáreas de bosques y pastizales.