¿No eres productivo? No hay problema. Es una parte normal de tener un empleo: la baja productividad.
No te sientes motivado, la inspiración simplemente se ha ido, el trabajo ya no te emociona como solía hacerlo. ¡Todo esto es normal! Sin importar el trabajo, esto va a ocurrir.
Salir adelante nunca ha sido particularmente fácil —como escribí aquí hace más o menos un año—, pero solía haber algunas medidas que podías tomar. Encontrar el significado en tu trabajo. Cambiar la rutina. Aprender algo nuevo.
Sin embargo, en el año que ha pasado desde que escribí eso, una pandemia cambió de forma drástica todos los aspectos de la vida moderna, un ajuste de cuentas racial se cimentó en la sociedad, más de 220.000 personas han muerto y cientos más están muriendo cada día que pasa, millones de personas han perdido sus empleos, una temporada de elecciones implacablemente divisoria está consumiendo nuestra atención y —ah, es verdad— estamos frente a un invierno muy, pero muy desolador.
En medio de todo esto, ¿se supone que sigamos trabajando? Y eso si todavía tenemos la fortuna de tener un empleo. ¡Hay mucho que asimilar!
Entonces, ¿qué debemos hacer? ¿Todavía funcionan esos trucos antiguos para salir adelante? ¿Cómo permanecer motivados en este momento, después de siete meses de una pandemia que no tiene un fin a la vista? O, tal vez de manera más útil: ¿cómo nos reconciliamos con la imposibilidad de mantener la motivación y la productividad mientras nos aclimatamos a la que será nuestra normalidad para el futuro próximo?
NO FINJAS QUE ESTA ES UNA ÉPOCA NORMAL
Por supuesto que te sientes menos motivado en tu trabajo y en la vida personal: todo ha cambiado, y actuar como si solo tuviéramos que adaptarnos y regresar a nuestras rutinas y niveles de producción normales tan solo empeora las cosas, según expertos. La alteración cultural que estamos enfrentando no se parece a nada que hayamos experimentado antes. Aceptar que está bien no sentirnos tan inspirados como nos sentíamos hacía un año nos puede ayudar a ajustarnos a este nuevo estilo de vida.
“Sé un poco generoso contigo”, opinó Danielle Hairston, profesora adjunta de la Escuela de Medicina de la Universidad Howard y directora de su programa de residencia en psiquiatría. “Cambia y modifica tus expectativas. No todo el mundo está buscando hacer un nuevo negocio, un nuevo emprendimiento, una nueva plataforma, una nueva investigación, una nueva dieta o un nuevo plan de ejercicio en esta época. Creo que eso se está retratando mucho, en especial en redes sociales”.
Hairston agregó: “Este país está atravesando un duelo colectivo”.
La percepción de que no estamos haciendo lo suficiente puede ser perjudicial para nuestras psiques y puede ser desmotivadora por sí misma, según Hairston. Un paso importante para tan solo sobrevivir el día es reconocer que es normal y no hay ningún problema si no somos productivos ni nos sentimos motivados.
En efecto, el estrés agregado de sentir que no puedes mantener el ritmo tan solo agrava el problema, e incluso te motiva e inspira menos, comentó Arianna Huffington, fundadora y directora ejecutiva de Thrive Global, un empresa que tiene como objetivo ayudar a las personas a enfrentar el agotamiento y el estrés.
“Es la paradoja de la productividad: al menos en las últimas décadas, tan solo nos hemos enfocado en la productividad, cómo optimizar los flujos de trabajo, cómo tener herramientas tecnológicas que nos vuelvan más productivos, cómo aprovechar más cada minuto”, señaló Huffington. “Estamos viendo, y hay investigaciones al respecto, que el estrés y la ansiedad matan la productividad. Así que puedes tener las herramientas tecnológicas y los flujos de trabajo más optimizados pero, si la mente está estresada, no serás tan productivo”.
ENCUENTRA TU RED… Y APÓYATE EN ELLA
Además de la autoaceptación y la generosidad, hay otros factores, internos y externos, que afectan nuestra resiliencia en tiempos difíciles. Algunos estudios han demostrado que, aunque la personalidad y las experiencias de vida pueden tener un impacto en tu capacidad para enfrentar el estrés, contar con una red de apoyo familiar y de amigos te puede ayudar a superar los periodos de trauma y mejorar tu capacidad de respuesta al estrés.
Según Hairston, apoyarse en esas redes puede ayudarnos a procesar lo que sucede en el mundo que nos rodea y darnos mecanismos de superación para enfrentar el constante estrés que algunas personas están sintiendo.
“De todos modos puedes mantener el contacto a la distancia”, comentó Hairston.
Agregó que incluso un simple paseo por el vecindario te puede ayudar.
“Tal vez con solo salir, caminar y ver a otras personas con tu mascarilla puesta pensarás: ‘Vaya, estoy vivo, hay otra gente a mi alrededor’”, mencionó. “Salir y ver a gente caminando, tan solo cambiar de entorno”, puede ayudarte a recordar que no todo está perdido.
HAZ LAS PACES CON LA MONOTONÍA Y ENCUENTRA PEQUEÑOS GUSTOS
Recuerda los primeros días de la pandemia en marzo y abril. Para muchas personas, se sintió como una constante de caos, incertidumbre y niveles de estrés y ansiedad sin precedentes. Siempre pasaba algo, y nadie tenía respuestas ni soluciones para nada de lo que ocurría.
Sin embargo, conforme nos acostumbramos a vivir con ello tras más de medio año, ha surgido un tipo diferente de estrés, comentó Liz Fosslien, coautora e ilustradora de “No Hard Feelings: The Secret Power of Embracing Emotion at Work”.
“Todo ha cambiado. Siete meses después, todos los días son el mismo. Hemos oscilado hacia el otro extremo del péndulo. No hay chispa en la vida”, opinó Fosslien. “Pareciera que todo ha perdido su color”.
Continuó: “Es un estado raro en el que hacemos lo mismo todos los días mientras el mundo a nuestro alrededor se mueve cada vez más rápido y es simplemente agotador”.
“Siento que nada es seguro, y eso es muy deprimente”, admitió.
Fosslien hizo eco del consejo de Hairston sobre ser generoso contigo y aceptar que a veces simplemente no tendrás inspiración, y agregó que esforzarte por romper con la monotonía podría ayudarte a sentir una chispita de inspiración.
Por ejemplo: todos hemos experimentado una especie de cambio de identidad en relación con el trabajo. Para algunos eso significa trabajar desde casa por primera vez, para otros significa seguir trabajando, pero en un entorno peligroso y precario, y para otros podría significar no trabajar en absoluto.
No obstante, recordar qué le daba significado o alegría a tu trabajo en la época pasada y traducirlo a la actualidad puede ayudarte a romper el maleficio de la desmotivación, sugirió Fosslien. Si lo que más te gustaba del trabajo eran tus colegas, haz un esfuerzo adicional para agendar una reunión. Si era aprender nuevas habilidades, busca mecanismos para seguir aumentándolas. Tal vez solo te encantaba elegir tu atuendo todos los días… prueba con hacer eso algunas veces por semana a ver si te revitalizas.
“Los elementos centrales de la motivación no han cambiado pero, al intentar reconocer que estás estresado y que hay cosas pequeñas que puedes hacer, podrías superar los días cuando no estén resonando los elementos de alto nivel de angustia”, señaló.
Huffington usa esta idea en su propia vida laboral, y a veces se concentra en asuntos que no están relacionados para nada con su trabajo.
“Yo me reanimo varias veces al día, me toma 60 segundos”, admitió. “En esencia, junta las cosas que detonen tu alegría. Pueden ser fotos de gente que quieres, mascotas, citas, paisajes, música que te guste, un lugar para reflexionar”. Según Huffington, en tan solo 60 segundos, puedes cambiar tu actitud, y agregó: “La gratitud es el mejor antídoto para el estrés”.
¿Algo que no debamos hacer?
“Vivir con el mismo grado de inconsciencia que antes de la pandemia”, comentó Huffington. “Quienes creen que todavía pueden vivir así sufren más”.
No obstante, hasta la gente más calificada —por ejemplo, una profesora de psiquiatría y una psiquiatra en activo— está padeciendo este momento.
“Sin duda es complicado”, admitió Hairston al referirse a sus propios problemas para mantener la motivación y la inspiración. “Fingir o decir que estás bien cuando no es así tan solo empeora las cosas, y a veces el primer paso liberador es tan solo dejar ir la expectativa de que todo está bien y de que puedes superar este momento”.
Hairston agregó: “Recuerda quién eres fuera de este estrés y esta adversidad”.