“La profundidad de la crisis reclama proporcionalmente la altura de la clase política dirigente capaz de levantar la mirada y dirigir y orientar las legítimas diferencias en la búsqueda de soluciones viables para nuestros pueblos”.
El papa Francisco invitó a los latinoamericanos y a sus dirigentes a estar a la altura del reto que representa la pandemia de coronavirus para América Latina, duramente azotada por la pobreza, las injusticias y el virus, en un videomensaje divulgado este jueves.
“La profundidad de la crisis reclama proporcionalmente la altura de la clase política dirigente capaz de levantar la mirada y dirigir y orientar las legítimas diferencias en la búsqueda de soluciones viables para nuestros pueblos”, aseguró el pontífice argentino.
El videomensaje fue enviado con ocasión del seminario telemático “América Latina: Iglesia, Papa Francisco y los escenarios de la pandemia”, organizado por la Comisión Pontificia para América Latina y el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) destinado a analizar sobre las consecuencias de la pandemia y las líneas de acción y ayuda por parte de los católicos.
“La pandemia ha dejado ver lo mejor y lo peor de nuestros pueblos y lo mejor y lo peor de cada persona. Ahora, más que nunca, es necesario retomar la conciencia de nuestra pertenencia común. El virus nos recuerda que la mejor forma de cuidarnos es aprendiendo a cuidar y proteger a los que tenemos al lado”, advierte el pontífice.
Ante los participantes, entre ellos monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, presidente de CELAM, Alicia Bárcena secretaria ejecutiva de CEPAL y Carlos Afonso Nobre, Premio Nobel de la Paz 2007, el papa recordó “las desigualdades y la discriminación” que reinan en la región.
“La pandemia del Covid amplificó y puso en mayor evidencia los problemas y las injusticias socioeconómicas que ya afectaban gravemente a Latinoamérica toda y con mayor dureza a los más pobres. Ante las desigualdades y la discriminación, que aumentan la brecha social, se suman las difíciles condiciones en las que se encuentran los enfermos, y muchas familias que atraviesan tiempos de incertidumbre”, resumió.
A los políticos invitó a no usar la pandemia como “herramienta electoral” ni “el desprestigio del otro, que lo único que logra es dinamitar la posibilidad de encontrar acuerdos que ayuden a aliviar en nuestras comunidades, principalmente en los más excluidos, los efectos de la pandemia”, afirmó.