El equipo de Zinedine Zidane clasificó pese a perder 2 a 1 ante el Atlético de Madrid en el Vicente Calderón. Los goles a favor en el partido de ida le sirvieron para pasar y enfrentar a la Juventus
El Real Madrid logró su pase para la final de la Liga de Campeones este miércoles pese a perder 2-1 en el campo del Atlético de Madrid en la vuelta de la semifinales del torneo continental, haciendo bueno el triunfo 3-0 de la ida.
Saúl abrió el marcador con un cabezazo al saque de un córner (12), antes de que Antoine Griezmann hiciera el 2-0 al transformar un penal (16), pero al filo del descanso Francisco Alarcón ‘Isco’ recortó distancias al aprovechar en boca de gol un rechace del portero rojiblanco Jan Oblak (43).
Vigente campeón de la competición, el Real Madrid se metió en su segunda final consecutiva de ‘Champions’, donde se medirá a la Juventus de Turín el próximo 3 de junio en Cardiff.
El Atlético salió a morder, sabedor de la necesidad de hacer goles pronto para intentar la gesta de remontar el 3-0 en contra cosechado en la ida haciéndose dueño del campo en los primeros veinte minutos.
Los rojiblancos presionaban a los blancos, obligándoles a cometer muchas imprecisiones y a perder rápidamente en el balón.
En el minuto 12, en un saque de córner, Saúl se elevó para meter un cabezazo que se coló en las mallas blancas dando alas a los locales.
Apenas cuatro minutos después, Raphael Varane derribaba a Fernando Torres en el área y el árbitro no dudó en señalar un penal que transformó Griezmann para poner el 2-0 y dar un nuevo aliento al sueño europeo de los ‘colchoneros’.
Pero, con el 2-0 en el marcador, el Atlético dio un paso atrás y dio aire a su contrincante, que empezó a acercarse un poco más, aunque sin llegar a crear peligro.
Habría que esperar hasta casi hasta el final de la primera parte para que Toni Kroos, tras una excelente jugada de Karim Benzema en la que dribló a tres defensas rojiblancos, soltara un disparo que rechazó Oblak, pero su rechace lo recogió Isco para el gol blanco (43).
El gol visitante cayó como un jarro de agua fría en el Atlético, que de golpe se veía obligado a marcar otra vez tres goles para dar la vuelta a la eliminatoria.
En la segunda parte, el Atlético empezó a acusar el gran esfuerzo hecho en la primera y pese a que siguió intentándolo no pudo dar la vuelta al marcador.