La joven Yuan Bao, nacida el pasado 28 de junio, fue presentada a unos 150 periodistas y otros invitados el lunes en el zoo de Taipéi.
El segundo panda gigante nacido en cautiverio en Taiwán apareció este lunes frente a las cámaras a sus seis meses, trepando las maderas del zoológico de Taipéi.
Los padres de la hembra Yuan Bao, Yuan Yuan et Tuan Tuan, fueron un regalo de China a Taiwán en 2008 como símbolo de la mejora de las relaciones entre ambos países.
China, que utiliza su “diplomacia del panda”, tiene por costumbre prestar sus pandas a los zoos extranjeros, pero esta vez había regalado esa pareja en la cual los nombres significan “reunión” y “unidad”.
La isla y el continente tienen gobiernos separados desde 1949, pero el régimen comunista reivindica su soberanía sobre Taiwán.
La joven Yuan Bao, nacida el pasado 28 de junio, fue presentada a unos 150 periodistas y otros invitados el lunes en el zoo de Taipéi. Creció al lado de su madre.
“Ha crecido bien”, aseguro la alcaldesa de la capital Taipéi, Ko Wen-je.
La joven animal, concebida por inseminación artificial, pesaba 186 gramos cuando nació y ahora pesa 13 kilos.
El zoo de Taiwán vio muchos nacimientos este año. Entre ellos, el de un gorila, un koala, un tapir y un pangolín.
La madre, Yuan Yuan, ya había dado vida a una hembra, Yuan Zai, en 2013, lo que fue el primer nacimiento de un panda en Taiwán.
Desde ese momento, la familia de pandas es la principal atracción del zoo.
Según la WWF, poco más de 1.800 grandes pandas viven todavía en la naturaleza.