Este sitio web ubica a los niños bulliciosos y a los vecinos ruidosos en el mapa

Este sitio web ubica a los niños bulliciosos y a los vecinos ruidosos en el mapa
Unos niños juegan en un parque de Tokio el 17 de abril de 2020. Foto, Noriko Hayashi/The New York Times.

El sitio comenzó en 2016 y al inicio tenía unos pocos cientos de usuarios. Desde entonces, ha crecido de manera exponencial y ha suscitado el debate.

Niños ruidosos patinando en la calle; parejas que discuten en sus casas; gente reunida en la acera, chismeando durante horas. Algunas personas describirían estas actividades como contaminación acústica. Un nuevo sitio web en Japón ha puesto a los infractores en un mapa, lo que ha provocado un debate acerca de las personas que perturban la paz.

El sitio web, DQN Today, se describe a sí mismo como una guía de colaboración abierta para ayudar a quienes están buscando una casa a evitar los barrios habitados por “padres necios que permiten que sus hijos jueguen en las calles y estacionamientos”. El sitio está lleno de mapas en los que se ven a las dorozoku, o “tribus de la calle”, término que se aplica a las personas que bloquean el paso o causan estragos en espacios públicos.

Los habitantes que consideran insoportable el ruido han encontrado un escape en el sitio web, el cual recoge las quejas anónimas acerca de los vecinos y ubica cada queja en un mapa interactivo, de esta manera se crea un registro elaborado de los ruidos las imágenes irritantes de Japón.

Las quejas por ruido han aumentado en la capital, Tokio, y la policía registró un incremento del 30 por ciento entre marzo y abril del año pasado. Eso sucedió cuando el gobierno cerró las escuelas y les aconsejó a los habitantes que trabajaran a distancia debido al coronavirus, lo que provocó que algunos fueran demasiado conscientes de los sonidos en casa a los que antes habían prestado poca atención.

En el exterior, aunque algunas áreas de juego han sido acordonadas durante el estado de emergencia en Japón, la mayoría de los parques han permanecido abiertos… y abarrotados.

En un principio, el creador del sitio web respondió el miércoles a preguntas por correo electrónico acerca del sitio, pero se negó a dar su nombre completo. Dijo que el mapa era una indirecta poco sutil para los habitantes (ellos saben quiénes son, aunque nunca se les nombra) y para los funcionarios del gobierno, que esperaba que prestaran atención. Pero después, el creador, que se describe a sí mismo como un desarrollador web independiente en Yokohama, Japón, y que en Twitter tiene el usuario @hotaniya, dejó de responder a los correos electrónicos.

El sitio comenzó en 2016 y al inicio tenía unos pocos cientos de usuarios. Desde entonces, ha crecido de manera exponencial y ha suscitado el debate, en especial acerca de lo que, según los expertos, parece ser una intolerancia creciente de la sociedad a los sonidos de los niños jugando.

Aunque muchas personas en las redes sociales han elogiado el sitio web por arrojar luz sobre el problema del ruido, a algunos padres les parece preocupante su enfoque y temen que haya una creciente división entre las familias con niños y los vecinos que no los soportan. Entre las 6000 quejas, que abarcan temas como las infracciones de estacionamiento, el uso excesivo de palabras altisonantes o los gatos callejeros, hay muchas publicaciones que señalan zonas frecuentadas por niños sin supervisión.

Saori Hiramoto, de 35 años, una activista que en 2019 presionó con éxito al gobierno metropolitano de Tokio para que permitiera la entrada de las carriolas en los trenes abarrotados, señaló que el mapa evidenciaba una ruptura en la comunicación y la fractura de una sociedad que alguna vez fue interdependiente.

“De verdad siento que es muy difícil criar hijos”, dijo. “La gente dice que los padres deben ser responsables del cuidado de los niños, pero es muy difícil, en especial para los padres solteros. Hemos llegado a nuestros límites”.

“Creo que la sociedad o la comunidad debería vigilar y criar a los niños como miembros de la sociedad”, añadió.

Akihiko Watanabe, profesor de la Facultad de Educación de la Universidad de Shiga, cerca de Kioto, comentó en una entrevista el miércoles que el mapa tenía el potencial de perjudicar a los niños y adolescentes al exponer los lugares donde pasan el rato sin supervisión, pero algunos padres se ponen a la defensiva ante las quejas sobre sus hijos, lo que dificulta que otros se acerquen a ellos para plantearles sus inquietudes, dijo.

“En el pasado, los padres se disculpaban y disciplinaban a sus hijos”, dijo. “Pero ahora los padres se muestran hostiles contra quienes los regañan”.

Entre marzo y abril del año pasado, se registraron al menos 1500 usuarios nuevos para utilizar el mapa. Una de las quejas dice lo siguiente: Las concentraciones de gente “son terriblemente locuaces y ruidosas. Estuve mirando con insistencia durante mucho tiempo, pero no se detuvieron. También dejan a los niños sin vigilancia y hacen ruidos extraños”.

En otro comentario se lee: “Tres o cuatro niños se reúnen y juegan en voz alta durante las vacaciones, y una voz aguda resuena en el barrio”.

“Se me olvidó que esto era una carretera”, escribió otro usuario acerca de un tramo de asfalto frecuentado por preadolescentes en patineta.

Los expertos perciben una intolerancia creciente hacia los niños que juegan, ya que una parte de la población envejecida del país está menos familiarizada con los sonidos de los niños pequeños. A lo largo de los años, los residentes de varios distritos han hecho campaña contra la construcción de guarderías, a pesar de que los padres han exigido tener opciones de guardería más asequibles y a los economistas les preocupa el hecho de que los habitantes de Japón, que tiene la población más envejecida, no estén teniendo suficientes bebés. Los residentes de Kobe demandaron a una guardería en 2016 por el ruido del patio de recreo, pero el caso fue desestimado en 2017.

Los parques públicos están plagados de carteles que prohíben todo tipo de actividades en respuesta a las quejas de molestia de los residentes. El parque Nishi-Ikebukuro de Toshima, Tokio, ha llamado la atención por las prohibiciones de 45 actividades diferentes, como usar patineta, saltar la cuerda y jugar fútbol. Un funcionario local dijo que las prohibiciones se derivaron de una década de quejas.

Ko Fujii, fundador y director ejecutivo de la agencia de asuntos públicos Makaira y profesor invitado del Centro de Estrategias Normativas, de la Universidad de Tama, en Tokio, señaló incidentes ocurridos en los últimos años en los que viajeros descontentos acosaron a madres que llevaban bebés en el transporte público.

Fujii, padre de dos niños pequeños, comentó que había pegado una calcomanía con el lema “Amamos a los bebés, no pasa nada si llora”, para mostrar su apoyo a otros padres.

“Creo que algunas personas sencillamente están tan frustradas con la vida citadina que pueden llegar a ser así de maliciosas”, dijo.

 

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