El crecimiento de la población estadounidense se desaceleró en la última década a uno de los ritmos más lentos de la historia, informó el lunes la Oficina del Censo, tras un tiempo en que la dura política de Donald Trump casi detuvo la inmigración.
El recuento oficial de 10 años estimó que 331.449.281 millones de personas vivían en el tercer país más poblado del mundo el 1 de abril de 2020.
Eso fue un aumento del 7,4% desde 2010, cuando la población oficial era de 308.745.538, dijo la Oficina del Censo.
La expansión de la década fue significativamente más lenta que la anterior, cuando la población creció en un 9,7%, y estuvo apenas por encima del mínimo histórico de 7,3% durante 1930-1940, cuando Estados Unidos y el mundo estaban sumidos en la Gran Depresión.
La tasa de crecimiento de la población se aceleró con el aumento repentino de los nacimientos después de la Segunda Guerra Mundial, pero desde principios de la década de 1950 ha experimentado un descenso casi constante.
Eso solo se interrumpió unos pocos años en la década de 1990 cuando millones de migrantes, en su mayoría mexicanos, ingresaron al país sin documentos y se quedaron.
Desde entonces, los datos muestran una caída pronunciada.
En la última década, los investigadores han dicho que la profunda recesión económica de la crisis financiera de 2008 contribuyó a la desaceleración, mermando la tasa de natalidad y con muchos migrantes mexicanos regresando a su país.
Además, después de convertirse en presidente en 2017, Trump buscó recortar drásticamente la inmigración legal y detener por completo la llegada de indocumentados.
La región que mostró el mayor crecimiento poblacional desde 2010 fue el sur, seguida por el oeste.
La desértica Utah, en el oeste, tuvo el más rápido crecimiento de los 50 estados, al avanzar un 18,4%, mientras que Virginia Occidental en el este cayó un 3,2%.
La Oficina del Censo solo dio a conocer las cifras del país y de los estados este lunes, para que sirvan de base para redistribuir los 435 escaños de la Cámara de Representantes.
En total, 13 estados ganarán o perderán bancas. California, el de mayor población, perderá uno de sus 53, mientras que Texas, el segundo más grande, agregará 2 a sus 36.
Sumarán un escaño Colorado, Montana, Carolina del Norte y Oregon. Y cederán Illinois, Michigan, Nueva York, Ohio, Pensilvania y Virginia Occidental.
El censo se realizó en medio de tensiones, con Trump tratando de forzar a la agencia a no contar a los residentes indocumentados o no ciudadanos.
También se cree que su impulso contra la inmigración desalentó a muchos a responder.
El censo también se vio obstaculizado por la pandemia. “Tratar de contar a las personas en una pandemia global lo hizo aún más desafiante”, dijo Ron Jarmin, director interino de la Oficina del Censo.
La oficina planea dar a conocer detalles sobre edad, raza y otras características de la población en los próximos meses.