La escuela imán está pensada, con el fin de diversificar la reserva de cinematógrafos, ingenieros, artistas de efectos visuales y otros trabajadores técnicos en el sector laboral distintivo de la ciudad.
Para la industria del entretenimiento en Los Ángeles, la frase “apoyar a las escuelas” a menudo significa hacer una aparición especial en el día de las profesiones o, quizá lo más habitual, emitir un cheque generoso a nombre de la academia privada de elite de sus propios hijos.
Sin embargo, el lunes, el segundo distrito más grande del país reveló el logro más reciente de una serie de colaboraciones con estrellas: un nuevo bachillerato financiado por George Clooney, Don Cheadle, Eva Longoria y directores de la agencia de talentos y deportes Creative Artists Agency, entre otros.
La escuela imán está pensada, con el fin de diversificar la reserva de cinematógrafos, ingenieros, artistas de efectos visuales y otros trabajadores técnicos en el sector laboral distintivo de la ciudad, y esta es una de, al menos, tres iniciativas conjuntas que se han emprendido en los últimos dos meses entre las escuelas de Los Ángeles y benefactores de la industria del entretenimiento.
La semana pasada, los productores de música Dr. Dre y Jimmy Iovine anunciaron que establecerían su propio bachillerato especializado en el sur de Los Ángeles. En mayo, cientos de estudiantes tocaron con guitarras gratuitas para acompañar a la artista del pop H.E.R., lo cual representó la expansión de una asociación de un año con la Fender Play Foundation. Y hay más iniciativas de alto perfil relacionadas con robótica y música en proceso con figuras importantes del entretenimiento, según declararon los funcionarios del distrito.
La repentina participación de Hollywood en parte es un testimonio de la influencia del superintendente de las escuelas, Austin Beutner, un inversionista adinerado que se retirará de su puesto en dos semanas tras dedicar más de un año a aprovechar sus contactos personales para destinar recursos a las escuelas durante la pandemia.
Algunos defensores de la educación dudan que su método filantrópico vaya a hacer mucha diferencia en un distrito de alrededor de 650.000 estudiantes, la mayoría de bajos ingresos, donde ocho de cada diez alumnos son latinos o negros.
“La caridad no es un sustituto para la justicia”, afirmó Linda Darling-Hammond, presidenta de la Junta de Educación del estado de California. “Es genial que las personas estén haciendo estas inversiones, pero hay mucho más trabajo por hacer”.
El nuevo enfoque en la educación en Los Ángeles también refleja otras preocupaciones, incluida una inquietud cada vez mayor respecto de las crecientes disparidades en los ingresos y una necesidad de la industria por encontrar nuevas maneras de reclutar trabajadores en la era de #HollywoodSoWhite (Hollywood tan blanco). También ha crecido el anhelo, a raíz de la pandemia, de mantener a los estudiantes de bajos ingresos en las escuelas, pese a la presión financiera que enfrenten para ayudar a sustentar a sus familias.
Cuando la intensidad de la pandemia empezó a ceder, las escuelas de California fueron de las últimas que reabrieron en la nación. Solo un pequeño porcentaje de los estudiantes del Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles ha regresado a clases presenciales, aunque Beutner declaró que el aprendizaje será completamente en persona en el otoño.
Una señal de buenas noticias es que, al menos para este año, el financiamiento escolar es abundante. El año que viene, California, con un gran excedente a nivel estatal, planea gastar la poderosa suma de 96.000 millones de dólares en escuelas primarias y universidades comunitarias, una inversión de 21.000 dólares por pupilo.
En los últimos tres años, Beutner afirmó que el financiamiento por estudiante en el distrito ha aumentado un 40 por ciento, pero sigue quedándose corto comparado con el de la ciudad de Nueva York, que es de casi 30.000 dólares por alumno.
“Estamos saliendo de una era de desinversión en las escuelas públicas”, comentó Darling-Hammond, que estudia los sistemas educativos. “La gente observa esa necesidad y quiere ayudar”.
Los programas como el de las escuelas especializadas propuestas “son volubles”, dijo, pues a menudo destinan recursos valiosos a prioridades secundarias, y prosperan o decaen según el interés de sus promotores.
Sarah Reckhow, experta en filantropía para la educación en la Universidad Estatal de Míchigan, explicó que, si bien este tipo de filantropía es común y sin duda nace de las buenas intenciones, su prevalencia refleja una desigualdad fundamental en el tipo de educación que reciben los niños en Estados Unidos.
“Es muy típico y desigual, y a menudo solo agrava otras inequidades”, afirmó Reckhow. Las incursiones recientes de Hollywood en las escuelas públicas de Los Ángeles “sin duda encajan en ese patrón”.
Beutner dice que las escuelas imán vinculadas a carreras son un complemento para las escuelas tradicionales del distrito y ayudan a atraer a estudiantes que están cada vez más enfocados en la necesidad de percibir un salario. Además, afirmó que colaboradores como Clooney o Iovine pueden proporcionar un “margen de excelencia más allá de lo que pueden lograr los fondos públicos”.
“Cuando se integran estas habilidades técnicas al plan de estudios y se vincula todo a un trabajo, la parte educativa de la jornada escolar se vuelve relevante”, comentó.
Iovine dijo que él y Dr. Dre, cuyo nombre real es Andre Young, se acercaron a presentarle su idea de un nuevo bachillerato al Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles después de fundar una academia en 2013 en la Universidad del Sur de California (USC, por su sigla en inglés), que se enfocaba en la intersección del trabajo creativo y empresarial.
“De lo que nos dimos cuenta en la academia de la USC es que, si queríamos que fuera más eficaz, teníamos que empezar a trabajar con estos jóvenes desde antes”, explicó Iovine.
Clooney y su socio productor, Grant Heslov, dijeron que llegaron a una conclusión parecida en su esfuerzo por diversificar a los empleados que contrataban para sus producciones. “Queremos un equipo técnico más diverso”, mencionó Heslov, “pero simplemente no hay suficientes personas capacitadas”.
Clooney relató que, hace unas dos semanas, mencionó el tema durante una cena con Eric Fellner, copresidente de Working Title Films. Fellner le contó sobre cómo en 2018 se convirtió en cofundador de una escuela en Londres para atender el mismo problema en la industria cinematográfica británica.
Clooney dijo que le comentó la idea a Bryan Lourd, copresidente de CAA, cuya agencia de talentos había ayudado al Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles durante la pandemia. En cuestión de días, relató, Beutner ya los había presentado con funcionarios del distrito que estaban dirigiendo un pequeño programa imán en el Centro de Aprendizaje Edward Roybal, donde la mayoría del alumnado es de bajos ingresos.
Once días después, ya habían acordado abrir la Escuela Roybal de Producción Cinematográfica y Televisiva, que floreció de la semilla de ese programa imán, con una matrícula inicial de unos 120 estudiantes y un plan de estudios que armarán profesores y personal del distrito, así como profesionales de la industria.
Además de Clooney, Heslov, Cheadle, Lourd, Fellner y Longoria, el consejo asesor incluirá a Nicole Avant, productora y esposa de Ted Sarandos, codirector ejecutivo de Netflix; Tim Bevan, el copresidente junto con Fellner de Working Title Films; y las actrices Kerry Washington y Mindy Kaling. Lourd dijo que el grupo estaba planeando solicitar la participación de una amplia variedad de colegas, gremios de artesanos y empresas de entretenimiento.
Beutner declaró que la escuela abrirá en el otoño de 2022 con un presupuesto inicial de unos 7 millones de dólares; el distrito cubrirá un 80 por ciento de los costos y el consejo y otros donadores cubrirán el resto. Dijo que la idea es desarrollar un plan de estudios en la escuela imán y luego escalarlo a todo el distrito. El grupo mencionó que la implementación de pasantías intensivas era una meta clave.
Tanto Iovine como Clooney dijeron que les sorprendió la rapidez con la que se dieron las asociaciones. El Distrito Escolar Unificado de Los Ángeles desde hace mucho se ha dado a conocer por su burocracia desalentadora.
“Pensamos que este sería un proceso mucho más largo”, dijo Clooney. “Pero nos dimos cuenta de que estábamos empujando una puerta abierta”.
Ambos reconocieron que dar mantenimiento a sus escuelas sería un reto, pero señalaron que las personas involucradas tenían antecedentes sólidos de participación comunitaria. “No hay nadie más hábil para remorderle la conciencia a un estudio, gremio o sindicato, a fin de que apuren el paso”, dijo Clooney, en referencia a las personas detrás de la escuela imán de cine y televisión. “Eso es lo que hacemos”.