El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, negó este sábado que un ataque aéreo esta semana en el noroeste de Irak, en el que murieron ocho personas, estuviera dirigido a una clínica.
Insistió en que en la instalación atacada había miembros del Partido de los Trabajadores de Kurdistán (PKK), que Ankara cataloga como una organización terrorista.
“Contrario a las versiones de la organización terrorista, el blanco atacado no fue un hospital o centro médico, sino uno de los sitios de hospedaje de la organización” PKK, declaró Erdogan en una llamada telefónica con el primer ministro iraquí, Mustafá al Kazimi.
Inicialmente se dieron a conocer tres muertos por el ataque aéreo del martes en la provincia iraquí de Sinjar, pero autoridades iraquíes dijeron al día siguiente que el saldo subió a ocho.
Entre los muertos había cuatro empleados de una clínica y cuatro combatientes de la Brigada 80 de la poderosa coalición iraquí Hashed al Shaabi, apoyada por el Estado y con vínculos con el PKK.
Una fuente cercana a la Brigada 80 indicó que se utilizaron drones en el ataque.
Los ataques turcos han provocado tensiones con Bagdad, pero el presidente Erdogan advirtió que su país “se hará cargo” de la presencia del PKK si Irak no lo hace.
Irak a menudo denuncia violaciones turcas a su soberanía, y ha convocado reiteradamente al embajador de Turquía por la campaña militar transfronteriza de Ankara.