Entre julio y agosto, la organización médico-humanitaria de carácter internacional ha atendido a más de 14 mil personas.
Médicos Sin Fronteras (MSF) en Panamá se trasladó a la provincia de Darién, y en conjunto con el Ministerio de Salud, brindan atención médica, de salud mental y orientación social a la población de migrantes que entran por la comunidad de Bajo Chiquito, zona fronteriza con Colombia.
Owen Bremil, coordinador de Médicos Sin Fronteras (MSF) en Panamá, señaló que debido a la gran cantidad de personas que llegan al Centro de Salud en Bajo Chiquito, se ha extendido el trabajo para que tanto migrantes cómo la población pueda atenderse.
“Estamos trabajando mano a mano con un equipo del Ministerio de Salud, conformado por un doctor, un técnico y un enfermero, en el mes de julio hemos atendido 7,500 personas y en el mes de agosto se atendieron 8,000”, puntualizó Bremil.
En 2021, el grupo estuvo activo en 70 países con más de 43.000 empleados, en su mayoría médicos, enfermeras y otros profesionales médicos locales, expertos en logística, ingenieros y administradores de agua y saneamiento. Foto/MINSA.
Médicos Sin Fronteras fue fundada en 1971, a raíz de la secesión de Biafra por un pequeño grupo de médicos y periodistas franceses que buscaban ampliar la accesibilidad a la atención médica más allá de las fronteras nacionales y sin distinción de raza, religión, credo o afiliación política, defendiendo el ejercicio de la ayuda humanitaria como un derecho.
La organización enfatiza la “independencia e imparcialidad” y excluye explícitamente factores políticos, económicos o religiosos en su toma de decisiones.