El gasto de las empresas en activos físicos diseñados para durar muchos años —“inversión de capital”, para los cerebritos— es una de las mejores maneras de vislumbrar cómo las grandes empresas tecnológicas usan su éxito para tener todavía más éxito.
Sigo escribiendo sobre las cantidades descabelladas de dólares que las grandes empresas tecnológicas están generando en ingresos y ganancias. Sin embargo, es todavía más impresionante el gasto que están haciendo los gigantes tecnológicos para mantener sus negocios en marcha y en una ruta de crecimiento durante muchos años en el futuro.
He observado, boquiabierto, como las cinco superestrellas más grandes del sector tecnológico estadounidense —Apple, Microsoft, Google, Amazon y Facebook— han despilfarrado en inversiones costosas para sus negocios. Eso incluye el equipo especializado para ensamblar los iPhone, los descomunales centros de cómputo, los cables de internet submarinos que envían a toda velocidad los videos de YouTube a tu teléfono y las bodegas para que los trabajadores de Amazon armen y envíen los pedidos.
El gasto de las empresas en activos físicos diseñados para durar muchos años —“inversión de capital”, para los cerebritos— es una de las mejores maneras de vislumbrar cómo las grandes empresas tecnológicas usan su éxito para tener todavía más éxito.
En el último año, según estados financieros, las ganancias combinadas de estas cinco empresas ascendieron más de un 25 por ciento. Los gigantes tecnológicos tienen el dinero en efectivo y el permiso de sus inversionistas para gastar casi lo que sea para mantenerse en la cima. Es una ventaja que pocas empresas pueden igualar.
Un ejemplo: en el último año, UPS gastó el equivalente a unos 5 centavos de cada dólar de sus ventas en más aviones, camiones, almacenes de entrega, equipo para manejar paquetes y software para administrarlo todo, según los estados financieros de la empresa. A partir de la información divulgada por Amazon, calculo que una categoría similar de gasto de la empresa equivale a 13 centavos por cada dólar de sus ventas.
UPS y Amazon no hacen exactamente lo mismo. Las principales inversiones de Amazon incluyen centros tecnológicos para su negocio de computación en la nube. UPS hace entregas para muchos negocios, mientras que Amazon en su mayor parte maneja la entrega de paquetes de su propio negocio.
A las dos empresas les ha ido excelente en la ola pandémica de compras en línea. Sin embargo, UPS está reduciendo sus gastos en activos de larga duración mientras que Amazon está gastando mucho más cada año.
La buena noticia es que eso es justo lo que queremos que hagan las empresas ricas y exitosas: invertir un gran trozo de su riqueza en mejorar su negocio, para su beneficio y el nuestro. Cuando Microsoft invierte mucho dinero en mejorar sus centros informáticos, ayuda a todos los negocios que usan las versiones en línea de Excel y Outlook. Cuando Amazon equipa sus almacenes con nuevas líneas de ensamblado, los pedidos pueden trasladarse con mayor eficiencia hasta nuestros hogares.
Esto puede impresionarnos y aun así hacer que nos preguntemos si hay alguien que pueda estar al nivel de inversión de las grandes empresas tecnológicas.
¿Cómo puede competir una empresa emergente de vehículos autónomos con el gasto de Google y Apple en sensores, chips de computadora, laboratorios de prototipos y las mejores mentes para aprovecharlo todo? (La respuesta: No puede. Muchas empresas emergentes de vehículos autónomos han renunciado o se han vendido a empresas más grandes).
Hace poco tiempo, General Motors anunció que va a dedicarle unos 10.000 millones de dólares anuales a activos costosos para reinventarse como una empresa tecnológica y de vehículos eléctricos. Esto incluye la remodelación de sus fábricas y la inversión en nuevos proyectos como el desarrollo de baterías eléctricas.
Esa cantidad es más o menos la mitad que gasta Facebook, tanto de efectivo bruto como de porcentaje de las ventas anuales totales de cada empresa, en centros informáticos y otras inversiones a largo plazo. En pocas palabras, las inversiones de Facebook para lanzar publicaciones de Instagram en todo el mundo son bastante mayores a las que ha destinado GM a fin de reinventar un ícono industrial estadounidense de 113 años de antigüedad.
La pregunta que me sigo haciendo —y no sé la respuesta– es si las grandes empresas tecnológicas son invencibles. La historia sugiere que las empresas dominantes no permanecen así durante mucho tiempo. Sin embargo, una posible diferencia ahora es la existencia de un puñado de empresas que son dominantes de una manera abrumadora en un sector dinámico de la economía con el poder de gastar lo que sea para mantenerse en la cima.