A Ud. le corresponde analizar y juzgar lo que lee todos los días en todos los medios de comunicación, libros, en los escritos profesionales y en cuanta comunicación le caiga en las manos. Lea con atención y corrija mentalmente los gerundios.
El uso desacertado del gerundio de posterioridad, sobre todo, se convertirá en un problema difícil de combatir debido a que quienes lo emplean en su forma muy particular no darán su brazo a torcer.
Entre esos tenemos algunos publicistas: “Combate los gérmenes que causan el mal aliento y las placas bacterianas, protegiendo las encías”. (Leyenda de un envase de enjuague bucal).
Los profesionales de la publicidad utilizan el lenguaje sin miramientos. Desconocen que una de sus responsabilidades es velar por su buen uso. En este ejemplo, han empleado un gerundio de posterioridad como un nexo: Combate los gérmenes que causan el mal aliento, las placas, y protege las encías. Es una oración yuxtapuesta: combate los gérmenes y protege las encías (dos acciones diferentes).
Por otro lado, los periodistas también echan mano al gerundio de posterioridad como bien les parezca: Meimei y Hehe, dos pandas gemelos…nacieron de una madre en cautividad y un padre en libertad, convirtiéndose en un caso prometedor para la supervivencia de la especie.
Los pandas no nacieron convirtiéndose en un caso prometedor para la supervivencia de la especie, sino que se han convertido en un caso prometedor. La mayoría de los periodistas usan el gerundio de posterioridad como enlace entre las ideas. En este caso, cabría la conjunción “y” para expresar mejor idea: …y se han convertido en un caso prometedor para la supervivencia de la especie.
La propia Academia de la Lengua Española no tiene una idea clara del empleo del gerundio español. Pregona un asunto en la teoría y hace otra en la práctica: “…la Real Academia Española ha publicado numerosas ediciones de la Gramática en las que se ha esforzado en analizar este maravilloso artificio, mejorando sus descripciones gramaticales, ampliando lo que merecía más atención y atendiendo las aportaciones de otros gramáticos” (N.G.L.E., Prólogo, pág. XLI).
No se puede analizar mejorando, ampliando y atendiendo algo. Se analiza para mejorar, ampliar y atender algo. También cabría emplear un punto seguido, si se quiere, para hacer más compresiva la redacción: La Real Academia Española ha publicado numerosas ediciones de la Gramática en las que se ha esforzado en analizar este maravilloso artificio. Ha mejorado sus descripciones gramaticales, ampliado lo que merecía más atención y atendido las aportaciones de otros gramáticos.
“…Presenta las variantes gramaticales que se consideran propias de la lengua estándar en el mundo hispanohablante, atendiendo preferentemente a (sic) los registros formales, pero reflejando también fenómenos característicos de la lengua coloquial”. (N.G.L.E., pág. 4).
La Nueva Gramática de la Lengua Española atenta contra el buen empleo de la lengua. Mejor: Presenta las variantes gramaticales que se consideran propias de la lengua estándar en el mundo hispanohablante, y atiende preferentemente los registros formales, pero refleja también fenómenos característicos de la lengua coloquial.
Dice la RAE, que también se le aplicará el término de subordinada adverbial a las oraciones subordinadas de gerundio, como en “Salió de la casa dando un portazo” (Ibíd).
Es triste que una docta institución como la Academia de la Lengua Española no se percate de los errores que comete en el uso del gerundio. ¿Cómo puede salir dando un portazo? En este caso, según la Academia, el gerundio de posterioridad sí tiene validez. Se sale y después se da el portazo, pero no dandoun portazo. ¿Qué explicación científica es esta? La gramática de una lengua es un estudio científico, no un análisis poético; por lo tanto, debe enrumbarse por ese camino.
Los periodistas colombianos, que son muy versados en el idioma español, también cometen sus “gerundiazos“: “…el día en que estalló el carro bomba en la Escuela General Santander, la mañana del 17 de enero pasado, asesinando a 22 cadetes y dejando 81 heridos”. (El Tiempo de Bogotá digital, domingo 21 de julio de 2019).El carro bomba estalló, murieron 22 cadetes y 81 resultaron heridos. También pudo estallar sin asesinar a alguien. El estallido no es consustancial con la muerte.
Por último, a Ud. le corresponde analizar y juzgar lo que lee todos los días en todos los medios de comunicación, libros, en los escritos profesionales y en cuanta comunicación le caiga en las manos. Lea con atención y corrija mentalmente los gerundios.
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