Los cancilleres de los países de la Unión Europea (UE) mantienen una reunión este lunes sobre cómo reaccionar ante la crisis entre Rusia y Ucrania, en una jornada que arrancó con una clara opción europea de diferenciarse de Estados Unidos.
En la víspera, el gobierno estadounidense sugirió la retirada de los familiares de sus diplomáticos en Ucrania, gesto acompañado por el Reino Unido este lunes pero que por el momento la UE no seguirá, en espera de informaciones que lo justifiquen.
“No vamos a hacer lo mismo porque no conocemos ninguna razón específica (…) No creo que debamos dramatizar porque hay negociaciones en marcha”, dijo el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell.
No obstante, Borrell recordó que este lunes se sumará a la reunión de cancilleres el secretario estadounidense de Estado, Antony Blinken, por videoconferencia, y espera que el funcionario presente informaciones adicionales.
“Puede ser que el secretario Blinken tenga más información y la comparta con nosotros”, dijo.
El domingo, Estados Unidos pidió la retirada de las familias de sus diplomáticos en Ucrania ante lo que denominó “la amenaza persistente de una operación militar rusa”.
Al mismo tiempo, apuntó que los ciudadanos estadounidenses que residan en Ucrania “deberían considerar ahora” dejar el país en los vuelos comerciales disponibles u otros medios de transporte.
Este lunes, el gobierno de Ucrania criticó la decisión estadounidense, y el portavoz de la cancillería la calificó de “prematura” y “excesiva”.
Francia, de su lado, apenas recomendó que sean aplazados por ahora viajes no esenciales a Ucrania.
Por su lado, Autralia orientó la salida de Ucrania para familiares de sus diplomáticos y recomendó a sus ciudadanos que eviten viajar ahora a territorio ucraniano.
– Tensión que no cesa –
En ese escenario, la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) emitió una nota en que detalló el refuerzo de la capacidad disuasoria y de defensa en el flanco Este de Europa, con envío de aviones de combate y barcos además de la promesa de despliegue de tropas.
En respuesta, el gobierno ruso acusó a la OTAN y a Estados Unidos de “exacerbar” las tensiones con el despliegue de fuerzas militares hacia el Este.
“Las tensiones se han exacerbado con anuncios y acciones muy concretas de parte de Estados Unidos y la OTAN”, dijo a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov.
El funcionario denunció la “histeria” en Europa por las acusaciones que se multiplican en las últimas semanas de una invasión rusa inminente.
En Londres, el primer ministro Boris Johnson, dijo que una invasión rusa a Ucrania “podría ser una nueva Chechenia”.
Simultáneamente, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, lanzó una propuesta de adoptar un paquete de ayuda financiera adicional a Ucrania por valor de 1.200 millones de euros (unos 1.360 millones de dólares).
Estados Unidos y los países de la UE acusan a Rusia de amenazar con una acción militar de gran escala a Ucrania, ante la acumulación una enorme capacidad militar a lo largo de la frontera común. Sin embargo, Rusia niega que tenga intención de invadir territorio ucraniano.
– En busca de definiciones –
Mientras aguardan los detalles de Blinken, los diplomáticos europeos han multiplicado esfuerzos en la última semana para definir las “sanciones masivas” prometidas contra Rusia.
Peritos de las delegaciones y de la Comisión Europea han preparado una serie de opciones, discutida en la más estricta reserva, como complemento de las medidas adoptadas contra Moscú tras la anexión de Crimea en 2014.
La adopción de sanciones por parte de la UE exige unanimidad, y los países del bloque están divididos por su diverso grado de dependencia energética.
El líder Hungría, Viktor Orban, por ejemplo, tiene en agenda un viaje a Moscú en febrero para discutir el aprovisionamiento de gas a su país.
“La UE es formada por países, y a veces la visión y los intereses no están perfectamente alineados”, dijo un diplomático europeo.