La industria manufacturera de China sufrió una ralentización en el primer mes del año, según los datos del Gobierno chino, mientras que la estadística extraoficial divulgada por el diario digital privado Caixin -de referencia para inversores- muestra incluso una contracción.
Habitualmente, los datos oficiales de la Oficina Nacional de Estadística (ONE) y los de Caixin, elaborados por la consultora británica IHS Markit, se divulgan mensualmente en días consecutivos, pero la cercanía de los festivos por el Año Nuevo lunar ha hecho que coincidan, mostrando dos imágenes diferentes sobre el sector.
El índice gerente de compras (PMI, indicador que mide la evolución del sector manufacturero) de la ONE cayó a los 50,1 puntos frente a los 50,3 del pasado diciembre.
En este indicador, un dato por encima del umbral de los 50 puntos supone crecimiento, y por debajo, contracción.
La cifra es algo superior a la anticipada por los analistas, que habían estimado que la caída llegaría hasta los 50,0 puntos.
La economía china hubo de enfrentarse en enero a “múltiples desafíos” como la “propagación de la pandemia” y un “entorno económico complejo”, aseguró el estadístico de la ONE Zhao Qinghe.
La economía del país asiático “continuó recuperándose y desarrollándose”, explicó Zhao, que también apuntó que “el nivel de prosperidad disminuyó” en enero.
En enero, China sufrió sus primeros brotes de ómicron en lugares como la ciudad costera de Tianjin (noreste) y la provincia central de Henan, lugares en los que se aplicaron confinamientos generales o selectivos.
La ralentización de la actividad, expuso Zhao, también se debe a “la temporada baja” en la que entran diversos sectores en esta época, cercana ya a las festividades de Año Nuevo chino, las más importantes del año en el país asiático.
Entre los cinco subíndices con los que la ONE compone su PMI -producción, nuevos pedidos, inventario de materias primas, empleo y tiempo de entrega de los distribuidores-, únicamente el de producción (50,9) logró escapar de la contracción.
El peor parado fue el de tiempo de entrega de los distribuidores (47,6), que cayó 0,7 puntos con respecto a diciembre, lo que significa que los proveedores de materias primas tardaron más en hacer entrega de sus mercancías este mes.
Aparte del PMI manufacturero, la ONE también publicó hoy el indicador que elabora para medir los negocios no relacionados con la manufactura, que cayó desde los 52,7 puntos en diciembre hasta los 51,1 y destacó el mal desempeño del sector hotelero y de transporte por los rebrotes de covid, aunque otros como el financiero mostraron una buena salud.
CAIXIN ALERTA DEL EFECTO DE LAS RESTRICCIONES
Por su parte, Caixin e IHS Markit afirman que la industria manufacturera cayó desde los 50,9 puntos del pasado diciembre hasta los 49,1 en enero.
Es una caída más pronunciada que la esperada por los analistas, que predecían 50,0 puntos.
Caixin achaca principalmente la caída a “la expansión de la pandemia en China y las consiguientes restricciones”.
Según Wang Zhe, economista del Caixin Insight Group, es cada vez “más evidente” que la economía china está sufriendo debido a “tres presiones: una demanda menguante, disrupciones del suministro y expectativas pesimistas”.
Al igual que la ONE, Caixin subrayó los “crecientes retrasos” en las entregas por parte de proveedores.
Sin embargo, el medio también señaló tendencias positivas para la segunda economía del mundo como “la estabilización de las presiones inflacionarias”.
Además, las perspectivas de los profesionales de la manufactura “son positivas” y las empresas consultadas por Caixin mostraron “confianza” en que China pueda “mantener bajo control la pandemia”, haciendo que “la demanda y la logística se recuperen”.
Según Wang, “la estabilidad” debería ser “la prioridad” de las autoridades chinas durante este año, que deberían asimismo “incrementar su apoyo a las pymes” y hacer sus políticas “más predecibles”.