“Tratándose de debates públicos, excluir a un número representativo de mujeres limita nuestro acercamiento a los problemas. Además, es importante que nuestras niñas y jóvenes tengan ejemplos a seguir”, Nadia Calviño.
Nadia Calviño, de 53 años, economista, es vicepresidenta primera del Gobierno de España y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital. Antes de incorporarse al gabinete del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, un socialdemócrata, en 2018, era directora general de Presupuesto de la Comisión Europea.
P: Hace poco usted dio un discurso en el que declaró: “No voy a volver a hacerme una foto en que sea la única mujer. No voy a volver a participar en un debate en que sea la única mujer”. Sus comentarios se viralizaron. ¿Qué la hizo hacer esa declaración?
R: Fíjate que no tenía planeado decir eso. Pero últimamente he participado en conferencias en las que miraba a mi alrededor y me daba cuenta de que era la única mujer en la foto junto a 15 hombres.
P: ¿Por qué es importante el número de mujeres que participan en un panel?
R: Porque no podemos representar el 50 por ciento de nuestra población y que nuestro talento sea invisible. Tratándose de debates públicos, excluir a un número representativo de mujeres limita nuestro acercamiento a los problemas. Además, es importante que nuestras niñas y jóvenes tengan ejemplos a seguir.
P: Hay algunas mujeres en el liderazgo que prefieren ser las únicas en el podio.
R: Sí. Y he participado en paneles con mujeres que dijeron: “Bueno, eso significa que tenemos menos competencia”. Creo que eso es un grave error.
Llevo 30 años trabajando en áreas dominadas por los hombres: finanzas, política de competencia. He estado muy acostumbrada a ser “la única mujer”. Pero en los últimos años he visto progreso.
De hecho, la sociedad española ha cambiado mucho desde que entré en mi profesión. Si vemos encuestas como la del Eurobarómetro, muestran que el 90 por ciento de la población española piensa que las mujeres son iguales a los hombres y que debemos tener las mismas oportunidades.
P: Sin embargo, la brecha salarial de género es de alrededor del 12 por ciento, según la Comisión Europea.
R: Hay que recordar que antes de la llegada de la democracia (a partir de 1975) las mujeres no podían abrir una cuenta bancaria, no podían tener un pasaporte sin la autorización del marido y la tasa de educación superior de las mujeres era bastante baja. Ahora, las mujeres están por encima de los hombres en cuanto que porcentajes que estudian. Así que, en el transcurso de una o dos generaciones, el país ha cambiado bastante.
Hoy, España es una sociedad muy progresista y feminista.
P: La mitad de los miembros del gabinete del Gobierno son mujeres. ¿Eso fue un mandato?
R: No lo fue, pero (Sánchez) ha dicho que no decidió que el Gabinete estuviera conformado por mitad de hombres y mitad de mujeres; solo buscó a los mejores (risas).
No puedo sino estar de acuerdo.
En este momento, tenemos a tres vicepresidentas. Ver al presidente con tres mujeres en el segundo nivel y luego la cantidad de ministras, la imagen es muy poderosa.
P: ¿Está usted a favor de la cuota de género en las contrataciones para tener más igualdad en el empleo en general?
R: Sí, y apoyo que haya mujeres en paneles de contratación. Cuando formaba parte de comités de contratación observé que las candidatas no habrían sido consideradas de no haber estado presente otra mujer.
P: Fue ministra de Economía en marzo de 2020. ¿Qué pensó al ver que se avecinaba una pandemia descomunal?
P: Al principio, nadie estaba muy consciente del alcance de la pandemia. Tan pronto como fue evidente, pensé: “Vaya, esto es serio”.
El 10 de marzo de 2020, tomamos medidas para apoyar al sector turístico. El 17 de marzo, creamos un paquete para otorgar liquidez a la economía. Muy pronto pusimos en marcha un mecanismo para proteger los empleos y el ingreso de los empleados autónomos. Ha sido muy eficaz.
La recuperación de nuestro mercado laboral no tiene precedentes. Nuestros niveles de empleo son hoy más altos que antes de la pandemia, incluso que antes de la crisis financiera.
P: Por lo que leo en los medios de comunicación internacionales, en España, como en muchos países europeos, ha habido un aumento del crecimiento de los movimientos políticos de extrema derecha. ¿A qué lo atribuye?
R: Lo veo como un posible fenómeno de péndulo o efecto búmeran. Cuando uno mira las encuestas en España, la población tiene una postura más bien liberal o progresista.
La crisis financiera de 2008 nos afectó mucho y provocó la aparición de partidos políticos extremos tanto en la derecha como en la izquierda. También facilitó los movimientos nacionalistas en algunas regiones y eso hizo que surgieran estos nuevos partidos de extrema derecha, algo contra lo cual pensábamos que la dictadura (de Francisco Franco) nos había vacunado.
P: ¿Le alarma su crecimiento?
R: Sí, me alarma. Volviendo al tema central de nuestra entrevista: uno de los puntos de su agenda es el antifeminismo.
Por eso, hasta cierto punto, creo que su auge tiene que ver con el contragolpe. La agenda feminista ha avanzado mucho en España. Puede que esto solo sea una respuesta.
P: ¿Cómo piensa que será el futuro de sus hijos?
Es difícil anticipar lo que nos depara el futuro.
Creo que vivirán en un mundo que les brindará oportunidades increíbles. Creo que vivirán en una sociedad más igualitaria. Pero de todos modos lucho por eso.