La FAO explicó que este aumento obedece al encarecimientos de los aceites vegetales, carnes o los cereales, pero también del azúcar y de los productos lácteos, cuyos precios subieron “notablemente”.
Los precios de los alimentos mundiales alcanzaron en marzo su mayor nivel desde 1990 por el encarecimiento de los aceites vegetales y de los cereales, estos últimos “en gran medida” a causa de la guerra en Ucrania, informó hoy la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
El índice de los precios de los alimentos de este organismo se situó en marzo de 2022 en los 159,3 puntos, un 12,6 % superior que en febrero, lo que representa “un salto gigante” que lo situó en un nuevo pico máximo desde su creación en 1990.
La FAO explicó que este aumento obedece al encarecimientos de los aceites vegetales, carnes o los cereales, pero también del azúcar y de los productos lácteos, cuyos precios subieron “notablemente”.
Pero mención especial merece la situación de los cereales debido a la guerra desatada el 24 de febrero por la invasión de Ucrania por parte de Rusia, ambos países grandes exportadores de trigo, cebada o maíz, además de vender conjuntamente el 52 % del aceite de girasol.
El índice de precios de los cereales de la FAO se ubicó en marzo en un promedio de 170,1 puntos, un 17,1 % respecto al mes anterior, el mayor nivel de la serie histórica, iniciada en 1990.
Este encarecimiento se debe a la subida “repentina” de los precios mundiales del trigo y de los cereales secundarios, impulsada “en gran medida” por las perturbaciones relacionadas con el conflicto de las exportaciones de Ucrania y, en menor medida, de Rusia.
La “probable” pérdida de las exportaciones en la región del Mar Negro agravó además la “ya escasa disponibilidad mundial de trigo”, favorecida también por la “preocupante” situación de los cultivos en Estados Unidos, lo que ha acabado encareciéndolo irremediablemente.
Mientras, lo que apenas cambia en el mes de marzo es el precio del arroz, incluso un 10 % más barato que en el pasado año.
En cuanto al índice del valor de los aceites vegetales, marcó un nuevo “récord” al subir un 23,2 % por el encarecimiento del aceite de girasol, palma, soja y colza.
Las cotizaciones internacionales del aceite de girasol aumentaron de forma sustancial en marzo, impulsadas por la disminución de los suministros para la exportación en medio del actual conflicto en la región del Mar Negro, entre Ucrania y Rusia.
En el caso del aceite de soja, la FAO explicó que su precio creció por “la preocupación acerca de una disminución de las disponibilidades exportables en América del Sur”.
La guerra ucraniana también pesa en el índice de precios de la carne, en otro máximo histórico al subir un 4,8 % en marzo.
En concreto, los precios internacionales de la carne de aves de corral aumentaron por la disminución de los suministros en los principales países exportadores tras los brotes de gripe aviar y por la imposibilidad de Ucrania de exportar carne de estas aves.
La carne de cerdo registró el aumento mensual más acusado desde 1995 por la escasez de la oferta de cerdos de matanza en Europa occidental y a una subida repentina de la demanda interna con motivo de las próximas festividades de Pascua.