Fittipaldi, de 75 años, quien fue el primer campeón brasileño de una temporada de Fórmula Uno, tiene una precaria situación financiera desde hace varios años, con deudas que sumarían más de 27 millones de reales (5,2 millones de dólares).
La justicia ordenó la pignoración de los automóviles y trofeos del expiloto brasileño Emerson Fittipaldi, bicampeón mundial de la Fórmula Uno, como garantía de pago de una deuda de más de 416.000 reales (unos 80.776 dólares), informaron a Efe este martes fuentes judiciales.
La decisión de la jueza Fabiana Marini, de la 35ª sala civil de Sao Paulo, respondió a un recurso de la defensa de Fittipaldi que solicitó anular la pignoración de los bienes mencionados, pedido que fue negado por la togada.
El proceso fue iniciado por la compañía Sax Logística, contratada para el transporte y trámites aduaneros de automóviles y equipos para la última etapa del Campeonato Mundial de Resistencia, disputado en Sao Paulo, servicios que no fueron cancelados y cuyo monto con intereses y multa asciende a más de 416.000 reales.
De acuerdo con la defensa del expiloto, los vehículos y trofeos en cuestión no son propiedad de Fittipaldi, sino que pertenecen al Museo que lleva su nombre.
Sin embargo, como el museo está situado en la misma dirección donde está registrada la oficina de Fittipaldi, la jueza argumentó que la pignoración debe mantenerse por “confusión patrimonial”.
“Me niego a acoger la solicitud de suspensión del cumplimiento de la orden de embargo, teniendo en cuenta que el domicilio en que se llevará a cabo pertenece a la empresa ejecutada y que, coincidencialmente, es el mismo domicilio del Museo Fittipaldi, indicando, en teoría, una evidente confusión patrimonial”, dijo la jueza en la decisión.
Entre las piezas que forman parte del museo están un automóvil del equipo Penske, con el que Fittipaldi ganó las 500 Millas de Indianápolis y la IndyCar de 1989, y el Copersucar 1976, de la escudería Fittipaldi, el único equipo que Brasil ha tenido en la Fórmula Uno.
Fittipaldi, de 75 años, quien fue el primer campeón brasileño de una temporada de Fórmula Uno, tiene una precaria situación financiera desde hace varios años, con deudas que sumarían más de 27 millones de reales (5,2 millones de dólares).