Enumeró una serie de obligaciones que se deben afrontar con responsabilidad.
En un comunicado de prensa, el Consejo Interamericano de Comercio y Producción de Panamá (CICyP), manifestó su preocupación, ante la situación de inestabilidad que vive el país, “en momentos en los que debemos afrontar de manera racional y sin más dilación, la reactivación económica, lo que conlleva la generación de empleos dignos, mejorar nuestro sistema educativo, solucionar el grave problema de la Caja de Seguro Social y la prestación de los servicios de salud pública, en función del fortalecimiento de la institucionalidad, así como también, la prestación de servicios públicos de calidad que redundarán en bienestar y prosperidad para todos”.
En consecuencia, hacen un llamado a la ciudadanía, para que con responsabilidad, afrontemos las siguientes obligaciones:
• A las autoridades, desempeñar sus obligaciones constitucionales de proteger la vida, honra y bienes de todos los panameños, entre los cuales están igualmente los derechos al libre tránsito, la educación y la salud. Panamá es un Estado democrático de derecho y las autoridades están para cumplir y hacer cumplir la Constitución y la Ley.
• Las autoridades no pueden ser tolerantes ni pasivas ante quienes impiden la libertad de circulación y se van a huelgas de brazos caídos, que impedirán el desarrollo del proceso educativo de nuestra niñez y juventud, así como tampoco quienes pretenden no brindar los servicios de salud.
• A los grupos radicales de izquierda, que se aprovechan de la coyuntura que vivimos para resquebrajar nuestra democracia y modelo económico, apelando a los sentimientos y emociones de la ciudadanía, para fomentar a través de discursos de odio la división y el caos en Panamá. No podemos vivir en un país en donde se coartan las libertades de la población con la inaceptable excusa de reivindicaciones sociales.
• A los que se apalancan en la fuerza del Estado para cabildear privilegios que riñen con la ética y la moral, a fin de que sus iniciativas sean transparentes y apegadas a la ley en igualdad de oportunidades, en un mercado regido bajo los principios de libre concurrencia y libre competencia.
• A los empresarios, que crean prosperidad, desarrollo y puestos de trabajo dignos, los invitamos a invertir en democracia y dar la batalla cultural contra los grupos radicales. No podemos cometer los mismos errores de otros países de la región, de echar por la borda el desarrollo y el extraordinario progreso que como panameños hemos logrado.
• Todos somos responsables de nuestro presente y futuro como nación, no podemos permitir que los grupos radicales de izquierda y populistas sigan causando inestablidad porque daremos paso a los líderes mesiánicos que venderán la falsa e incumplible promesa de salvar al pueblo resolviéndoles sus problemas.
Sigamos el camino que nos señaló Don Justo Arosemena cuando expresó: “En el conflicto entre las opiniones políticas y las creencias religiosas no hay más solución que la libertad”. Ahora más que nunca el país necesita de sus mejores hombres y mujeres, para encontrar soluciones racionales a los problemas que nos aquejan.