En todo Estados Unidos, los padres cada vez compran más Apple Watch y los colocan en las muñecas de niños de apenas 5 años. El objetivo: usar los dispositivos a manera de teléfono celular temporal para los niños.
Durante más o menos un año, Florian Fangohr le dio vueltas a la idea de comprar un Apple Watch SE de regalo. El reloj inteligente costaba 279 dólares y le preocupaba que su destinatario lo rompiera o perdiera de inmediato. En mayo, decidió que los beneficios superaban los costos y compró el dispositivo.
El beneficiario: su hijo de 8 años, Felix.
Fangohr, de 47 años y diseñador de producto en Seattle, comentó que era consciente del pesimismo de mucha gente en torno a la llegada sigilosa de la tecnología a la vida de los niños. Sin embargo, “dentro de lo que conlleva el reloj, no tengo miedo”, comentó. “Quiero que explore”.
Felix, un niño de tercer grado y en crecimiento, mencionó que en realidad quería un teléfono inteligente.
“Pero el reloj está muy bonito”, dijo.
En todo Estados Unidos, los padres cada vez compran más Apple Watch y los colocan en las muñecas de niños de apenas 5 años. El objetivo: usar los dispositivos a manera de teléfono celular temporal para los niños. Con las capacidades de celular que tiene el reloj, los padres pueden usarlo para ponerse en contacto con sus hijos y monitorearlos, mientras las pantallas miniatura mitigan problemas como la adicción al internet.
Al parecer, el mercado de los niños y adolescentes para los relojes inteligentes en conjunto ha aumentado de manera desproporcionada. En un estudio que el banco de inversiones Piper Sandler realizó en 2020 entre adolescentes estadounidenses, el 31 por ciento dijo que poseía un reloj inteligente. Ese mismo año, el 21 por ciento de los adultos de Estados Unidos respondió que tenía uno, de acuerdo con el Centro de Investigación Pew.
El uso de relojes inteligentes como dispositivo para niños demuestra cómo el público de un producto tecnológico para el consumidor puede transformarse de maneras inesperadas. También le ha dado una nueva vida al Apple Watch, el cual fue lanzado en 2015 y ha tenido varias funciones, como monitor de actividad física, una postura de estilo o una forma para liberarte de un iPhone.
Apple ha convertido a propósito el reloj en un dispositivo que puede ser atractivo para los niños y sus padres. En 2020, la empresa lanzó el Apple Watch SE, el cual tenía menos funciones que un modelo de primera línea y era 120 dólares más barato. Apple también introdujo Configuración de Familia, un software que les permite a los padres rastrear la ubicación de sus hijos, administrar su lista de contactos y limitar sus notificaciones.
Las maniobras de la empresa de Silicon Valley para hacer del Apple Watch un teléfono celular para niños demoraron unos tres años, según dos personas involucradas en el proyecto, quienes no estaban autorizadas para hablar en público. Estas personas comentaron que una de las principales inquietudes era la duración de la batería, pues el reloj utilizaba más energía cuando funcionaba de manera independiente de un iPhone.
Apple planea competir pronto de una forma más agresiva por los clientes jóvenes de los relojes inteligentes. En un evento a celebrarse el miércoles, lanzará una nueva versión del Apple Watch más barata que el Apple Watch SE, según las dos personas. El modelo será introducido junto con otras nuevas versiones del reloj, entre ellas un dispositivo portátil de gama alta para atletas serios que competirá con monitores de preparación física de su competencia Garmin, comentaron las personas.
Apple hizo referencia a una declaración de Jeff Williams, el director de operaciones, quien dijo: “A los miembros de la familia que no tienen un iPhone, el Apple Watch les ofrece un conjunto extraordinario de funciones que puede ayudarles a estar en contacto con sus seres queridos, ser más activos y mantenerse seguros”. La empresa se rehusó a comentar sobre los nuevos relojes en su próximo evento.
Cualquier tecnología que usen los niños genera cuestionamientos sobre riesgos y daños. En particular, las plataformas de redes sociales han enfrentado escrutinio en años recientes; por ejemplo, cuando los legisladores realizaron audiencias en el Congreso sobre el tema en 2021 y se enfocaron en si los sitios como Instagram provocaban autoestima baja entre los adolescentes.
Sin embargo, los relojes inteligentes tienen capacidades limitadas por naturaleza, comentó Jim Steyer, director ejecutivo de Common Sense Media, una organización sin fines de lucro que hace reseñas de medios y tecnología para las familias. Debido a que los relojes inteligentes tienen las menos aplicaciones posibles y ningún navegador ni cámara, es menos probable que los niños estén expuestos a juegos distractores, mensajes sexuales y otros contenidos para adultos, mencionó Steyer.
Si no tienen un teléfono inteligente, los niños también tienen el estímulo de continuar aprendiendo cómo hacer las cosas de manera independiente, como realizar tareas de la escuela en casa sin buscar las respuestas en línea, señaló.
“Quieres tener la capacidad de contactarlos, pero no quieres que pasen todo el día ante una pantalla”, comentó Steyer.
No obstante, comprar un reloj inteligente para niños puede engancharlos con la tecnología a una temprana edad. Cuando las personas jóvenes usan un producto, suelen mantenerse leales a la marca cuando crecen y se vuelven profesionales con trabajo, según analistas.
Jon Desi y su esposa hace poco usaron un Apple Watch SE como rueditas auxiliares de un teléfono inteligente para su hija, Catie, cuando tenía 10 años. Cuando Catie comenzó a jugar más en el exterior de casa al inicio de la pandemia, mencionaron que no pudieron encontrar un “teléfono antiguo” para que su hija tuviera más libertad para aventurarse por su vecindario de Hunt Valley, Maryland. Mejor se decidieron por el Apple Watch.
“Queríamos darle una manera de comunicarse sin darle la caja de Pandora a los 10 años”, comentó Desi.
Sin embargo, el reloj llegó con una estipulación: para recibir un teléfono inteligente, Catie debía cargarlo y usarlo con regularidad, responder cuando la llamaran y contestar mensajes de texto en una cantidad razonable de tiempo.
Se volvió “el premio para reforzar conductas responsables”, mencionó Desi.
En julio, Desi y su esposa compraron un iPhone para Catie, ahora de 11 años, y le dejaron el Apple Watch a su hijo de 10 años, Tommy. Cuando su hija de 5 años, Ellie, sea mayor, esperan regalarle el Apple Watch de nuevo.
“Lo quería desde hace algún tiempo y quería ganármelo”, admitió Tommy. “Todas las personas que los usan se ven geniales”.
Un reloj inteligente no es una garantía de que se postergará el uso de un teléfono inteligente. Todd Golub y su esposa, quienes viven en la ciudad de Nueva York, le regalaron un Apple Watch SE a su hijo Ronan cuando tenía 10 años y comenzó a explorar solo la ciudad. El reloj era más difícil que se perdiera o rompiera que el teléfono y Ronan utilizaba su cartera móvil para pagar por comida y transporte público.
Sin embargo, el otoño pasado, cuando Ronan, de 12 años, entró a la secundaria, le compraron un iPhone porque todos sus compañeros tenían teléfonos inteligentes. Golub, de 49 años, comentó que habría preferido darle un teléfono inteligente al menos un año después, pero le preocupaba que su hijo no se sintiera parte de su entorno.
“¿Debí postergarlo más? Sí”, mencionó. “Pero recuerdo tener esa edad”.
Ahora, Ronan a menudo se olvida de cargar y usar el reloj. Según Golub, el reloj “casi es irrelevante”.
