El presidente del Banco Mundial, David Malpass, dijo este miércoles que ve “probable” un escenario de recesión en Europa y que podrían pasar años antes de que el mundo logre encontrar alternativas energéticas a Rusia.
Malpass definió la situación macroeconómica global como una “tormenta perfecta” que puede derivar en una situación de estanflación, es decir, de inflación elevada y crecimiento bajo o nulo.
El presidente del Banco Mundial hizo estos pronósticos en un discurso en la Universidad de Stanford (California, EE.UU.), titulado “La crisis a la que se enfrenta el desarrollo”, que la institución financiera internacional presentó como antesala de la reunión de otoño que empezará dentro de dos semanas.
A partir del 10 de octubre, el Grupo Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional celebrarán su tradicional encuentro en Washington, en el que se actualizarán las previsiones de crecimiento global y detalladas por países.
Malpass se encuentra en el ojo del huracán por no haber ofrecido una respuesta firme sobre las causas de la crisis climática al ser preguntado al respecto, lo que le ha valido reproches incluso desde la Casa Blanca.
“No estamos de acuerdo con los comentarios efectuados por el presidente Malpass. Esperamos del Banco Mundial que sea líder global en materia de ambición climática y movilización”, dijo ante la prensa la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre.
Añadió que el Departamento del Tesoro, que supervisa el compromiso del Ejecutivo estadounidense con las instituciones financieras internacionales, ha dejado clara ya esa expectativa al liderazgo del BM “y que lo seguirá haciendo”.
Malpass ha sido objeto de críticas después de que en un panel de discusión evitara en varias ocasiones responder si reconocía el consenso científico de que los humanos que quemaban combustibles fósiles estaban “calentando el planeta rápida y peligrosamente”.
“Ni siquiera lo sé, no soy científico y esa no es una pregunta”, señaló en ese encuentro celebrado por The New York Times en la Semana del Clima en Nueva York, lo que llevó a algunos activistas climáticos a solicitar su renuncia.
Malpass reconoció posteriormente que sus palabras fueron desafortunadas y reiteró que cuando le preguntaron si era negacionista de la crisis climática debería haber dicho claramente que “no”.
“Fue una frase mal escogida y lo lamento, porque nosotros como organización utilizamos la ciencia cada día”, aseguró el presidente del BM, quien quiso aclarar que ninguno de los 189 países miembros de la institución le ha pedido que dimita y que no lo va a hacer.
Malpass, de 66 años, fue el candidato impulsado por el entonces presidente republicano Donald Trump (2017-2021) para liderar el Banco Mundial, con sede en Washington, y asumió el cargo en abril de 2019.
Antes de llegar a ese puesto había destacado por sus críticas contra esa institución, alegando por ejemplo que los únicos que se benefician de sus créditos son quienes vuelan en primera clase “para dar consejos a los Gobiernos”.