El poco avance de la Justicia argentina para determinar qué causó la tragedia y quiénes son los responsables provoca “bronca”, “impotencia” y “frustración” entre los familiares.
Frustración, impotencia y enojo son los sentimientos de las familias de las 44 víctimas del submarino ARA San Juan, quienes, aún con el dolor en el pecho, asisten a los homenajes que se celebran en Argentina este martes, 5 años después de la última comunicación con el sumergible y a la espera de que la Justicia determine las causas de su desaparición.
“Lo recuerdo todos los días todo el día”, dijo a EFE Marta Vallejos, quien perdió a su hermano en el submarino.
“No necesito ir a un evento para tenerlo presente. Lo veo en los ojos de mi mamá. A mi mamá no le brillan los ojos”, contó.
“Lo único que la mantiene viva es la lucha constante que tiene por saber qué pasó con su hijo. Mi papá no pudo saber. Esperamos que mi mamá, antes de que se vaya de este mundo, sepa realmente qué pasó con su hijo”, agregó.
El ARA San Juan, fabricado en Alemania e integrado en 1985 a la Armada de Argentina, partió el 13 de noviembre de 2017 del sureño puerto de Ushuaia, adonde sus tripulantes habían acudido para desplegar maniobras militares, para dirigirse de regreso a su base en Mar del Plata.
En su última comunicación, el 15 de noviembre y desde una zona a 430 kilómetros del punto más cercano de la costa, el comandante había informado de que se desató un principio de incendio en un compartimento de baterías por la entrada de agua al submarino, un problema que, según reconoció después la Armada, fue resuelto y el buque pudo seguir su viaje.
Tras un año de búsqueda y numerosas protestas de los familiares por los nulos progresos, la empresa estadounidense Ocean Infinity anunció el hallazgo del submarino en la noche del 16 al 17 de noviembre de 2018, hundido en el fondo del mar a 500 kilómetros de la costa, aunque los restos de los tripulantes nunca fueron encontrados.
“(Las vocaciones de los tripulantes) se merecen saber qué es lo que pasó. Si realmente fue un accidente, una negligencia, algo premeditado”, expresó Vallejos.
“Uno necesita saber qué pasó”, afirmó.
HOMENAJE
El poco avance de la Justicia argentina para determinar qué causó la tragedia y quiénes son los responsables provoca “bronca”, “impotencia” y “frustración” entre los familiares.
“El mejor homenaje, como siempre digo, es verdad y justicia”, dijo a EFE Luis Tagliapietra, quien perdió a su hijo en el submarino y es abogado querellante en una causa propia y representando a 12 familias.
Los familiares se dividen este martes en diversos homenajes que organizaron por la mañana los municipios en la costa argentina.
“Creo que es emocionante todo lo que se hace”, dijo Tagliapietra, en camino a Villa Gesell.
Por la tarde asistirán al homenaje oficial, con una misa religiosa en la Base Naval Mar del Plata, a la que asistirán el ministro de Defensa, Jorge Taiana, y el jefe del Estado Mayor General de la Armada, almirante Julio Guardia, para luego dejar una ofrenda floral en el monumento memorial frente a la base.
JUSTICIA TRABADA
Los familiares esperan que la Justicia avance en las doce causas abiertas, pero, dado el poco avance en cinco años, Tagliapietra pidió al Ministerio de Justicia que se forme una comisión de investigación.
En un juzgado federal en Caleta Olivia (en la Patagonia) se demoran las causas de la desaparición del submarino, el proceso de búsqueda, un posible encubrimiento, abandono de persona y falso testimonio.
Un tribunal superior revisa la causa de espionaje ilegal a los familiares, por la cual el entonces presidente Mauricio Macri (2015-2019) fue sobreseído con el argumento “ridículo” de que el seguimiento se hizo para la seguridad presidencial.
Argentina sí aprobó, el año pasado, una ley que reconoció un beneficio económico por única vez por grupo familiar de los tripulantes del ARA San Juan.
“No creo en la Justicia”, admitió Vallejos, quien señaló la “corrupción” en el país o que “todo lo quieren tapar con dinero” y, en cambio, apuntó: “Creo mucho en la Justicia divina”.
EN EL MAR
Una falta permanente es que los familiares no tienen una tumba donde ir a visitar a los tripulantes.
“Siempre algo falta. Porque no hay un lugar donde dejar una flor, por ejemplo. Eso no tenemos”, recalcó Tagliapietra.
Los familiares hablaron con el Ministerio de Defensa para hacer un homenaje en el mar, donde se perdió la nave, en tanto también luchan hace un año para que el municipio arregle y no deje en el olvido una réplica del submarino apostada en Mar del Plata, cuya estructura quedó a la vista.
“La etapa del duelo no se llega a cumplir. Ellos están como carácter de desaparecidos”, agregó Vallejos.
“Yo voy al mar. Es la única conexión que tengo con él”, cerró.