El líder estudiantil nicaragüense Lesther Alemán pidió este miércoles a la comunidad internacional agotar las medidas para aislar a la “dictadura” del Gobierno del presidente Daniel Ortega, al que acusó de cometer crímenes de lesa humanidad y de arruinar a su generación.
En una intervención virtual en la Cumbre por la Democracia auspiciada por EE.UU., Alemán, excarcelado y desterrado de Nicaragua el pasado 9 de febrero, pidió que los Estados miembros que participan en ese foro y “que defienden y priorizan la democracia, la libertad, la Justicia y los derechos humanos, sean nuestro eco de nuestras denuncias”.
“Agoten todas sus medidas para aislar al régimen de Ortega y eviten que el régimen tenga acceso a fuentes de financiamiento que sostengan su brazo represor y su imposición”, abogó el líder estudiantil, a quien las autoridades de su país también lo privaron de su nacionalidad.
Alemán, de 25 años, quien encaró a Ortega y le pidió su rendición durante un diálogo para resolver la crisis que vive Nicaragua desde 2018, pidió a la comunidad internacional unirse “a la denuncia mundial” contra el Ejecutivo sandinista, y advirtió que “mostrarse indolentes, tratándose de una crisis de derechos humanos, también tiene responsabilidad”.
DENUNCIA RADICALIZACIÓN AUTORITARIA
Durante su intervención, en la que se presentó como un joven nicaragüense que “sueña con un país en el que los derechos humanos sean garantizados y que por pensar diferente no nos asesinen, no nos encarcelen o exilien”, hizo un repaso de la crisis que atraviesa la nación centroamericana desde hace 5 años.
“En el 2018 los jóvenes nicaragüenses nos manifestamos con mayor fuerza para exigir democracia, aún sin conocerla, el respeto a nuestros derechos, la libertad y la justicia”, expuso.
Afirmó que “la inexistente democracia en Nicaragua y la cada vez más pronunciada radicalización autoritaria del régimen de Ortega han arruinado a nuestra generación, que le ha tocado pagar los costos más altos de esta crisis”.
“Hoy las familias están divididas por la persecución y asedio de la dictadura que ha obligado a miles de nicaragüenses a huir de su país. Las cárceles tienen puertas giratorias para todos aquellos que cuestionamos al poder. Y el cementerio para aquellos que anhelan la libertad”, aseguró.
Consideró que la crisis en Nicaragua se ha prolongado “por la ambición de poder en la familia Ortega y Murillo”, en referencia a la vicepresidenta y esposa de Ortega, Rosario Murillo, pero que los resultados de la misma “claman con urgencia que se solucione cuanto antes”.
“Más de 355 personas asesinadas, 37 presos políticos en condiciones inhumanas, un exilio forzoso para miles, y más de 6 millones de nicaragüenses que viven una cárcel a cielo abierto en lo que queda aún de país”, puntualizó.
EL RIESGO DE LA IMPUNIDAD
Asimismo, recordó que en 2021 “la dictadura ejecutó una ola de encarcelamiento a una parte de la oposición, pero no logró que las voces de quienes quedaban dentro y fuera del país siguieran resonando en el mundo, logrando condenas de muchos países ante la brutalidad del régimen y provocando mayor aislamiento”.
“Este comportamiento de Daniel Ortega reafirman que en el país se han cometido y se cometen crímenes de lesa humanidad, crímenes que tienen como principales responsables a Ortega y a Rosario Murillo”, señaló.
A su juicio, el que hasta hoy siga en la impunidad esos crímenes, “motiva a la dictadura a continuar cometiendo estos delitos”.
“Por tanto, el problema e inestabilidad que provoca Daniel Ortega y su totalitarismo en nuestro país, es también un mal que aqueja y debe preocupar a la región”, alertó Alemán, para quien es necesario que los líderes mundiales “nos acompañen en restablecer el respeto y la garantías a nuestras libertades y derechos fundamentales, en encontrar Justicia para las víctimas y en promover la participación de los jóvenes en el activismo político”.
“No olvidemos que familias enteras esperan justicia, actuemos por la liberación de nuestro obispo monseñor Rolando Álvarez y la de los demás presos políticos y logremos hacer que en Nicaragua no sea un horror vivir”, instó.
Vaticinó que la “dinastía sandinista de Daniel Ortega y su familia”, que, a su juicio, “se aferran a estrategias efímeras de imponer el miedo”, pasará a la historia “a las páginas más oscuras”, al igual que la dinastía de los Somoza.