CoNEP ha presentado un plan de acción para resolver esta grave crisis. Además, ha convocado a reuniones al sector de los trabajadores, con la idea de encontrar espacios que nos ayuden a lograr una salida airosa para la Caja de Seguro Social, sus asegurados y obviamente para el país.
Recientemente, el presidente de la República ha señalado que la solución a la crisis del programa de Invalidez, Vejez y Muerte (IVM), sólo debe ser el resultado del entendimiento entre empleadores y trabajadores. De estas declaraciones se concluye que quienes nos gobiernan, se mantendrán en una extraña pasividad.
El Consejo Nacional de la Empresa Privada, una vez más, manifiesta la imperiosa necesidad de relanzar la mesa de diálogo y que se afronte el problema, antes de que la inacción produzca efectos irreversibles.
No actuar es una pésima decisión, ya que el problema seguirá creciendo y no sólo afectará a la Caja de Seguro Social, sino que pondrá en entredicho a toda la economía del país.
La suspensión del proceso de diálogo, que inició formalmente el 8 de febrero de 2021, tuvo como objetivo esperar a que la Organización Internacional del Trabajo, realizara un informe independiente sobre la realidad del programa. Este informe fue rendido en septiembre de 2022, por lo cual la dilación en relanzar la mesa es, por lo menos, inexplicable.
La mesa de diálogo puede y debe actualizarse de tal manera que nadie tenga una objeción válida sobre su arquitectura.
Hemos insistido en que el diálogo debe ser de argumentos y no de imposiciones.
CoNEP ha presentado un plan de acción para resolver esta grave crisis. Además, ha convocado a reuniones al sector de los trabajadores, con la idea de encontrar espacios que nos ayuden a lograr una salida airosa para la Caja de Seguro Social, sus asegurados y obviamente para el país.
Mirar hacia otro lado, no es una opción válida. En democracia, los problemas se enfrentan y se resuelven.