A este nuevo bloque político ya se han sumado el Frente Revolucionario de Izquierda (FRI), Unidad Nacional (UN), Acción Democrática Nacionalista (ADN), SOL.BO y el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), al igual que algunas plataformas ciudadanas y comités cívicos.
Unos cinco grupos opositores bolivianos presentaron la fuerza política “Junta Democrática” con la que buscan hacer frente al oficialista Movimiento al Socialismo (MAS) en los comicios de 2025, mientras los dos principales partidos opositores debaten por separado una estrategia para esas elecciones.
A este nuevo bloque político ya se han sumado el Frente Revolucionario de Izquierda (FRI), Unidad Nacional (UN), Acción Democrática Nacionalista (ADN), SOL.BO y el Movimiento Nacionalista Revolucionario (MNR), al igual que algunas plataformas ciudadanas y comités cívicos.
Su representante, Hugo Sandoval, señaló que este bloque pretende ser el punto “donde van a confluir todos los opositores”.
Además, el exsenador opositor Carlos Borth anunció la organización Alianza por Bolivia Unida y Solidaria (Albus) con la que buscan restituir la “nación boliviana” en contraposición al Estado Plurinacional y cuya designación proviene de la Constitución de 2009.
El proyecto de una oposición unida como fórmula para derrotar electoralmente al MAS y evitar el voto disperso ha sido un intento permanente que se ha planteado en las últimas elecciones (2009, 2013 y 2020) aunque sin éxito.
Estos anuncios se dan luego de que esta semana el líder de Creemos y gobernador de Santa Cruz, Luis Fernando Camacho, quien está detenido preventivamente por la crisis política de 2019, planteó en una carta que está pendiente “la tarea de la unidad” en la oposición.
“Desde 2005 hasta hoy hemos sido una oposición en resistencia. Porque éramos minoría electoral y eso era una debilidad que nos dispersaba. Pero los tiempos han cambiado y ahora toca a las fuerzas democráticas la tarea de la unidad para conducir el país”, dijo Camacho.
El gobernador también reconoció que “la oposición está dispersa, pero no está en crisis”, mientras que Bolivia “vive una crisis” porque el MAS “está en crisis”.
Sobre la propuesta de Camacho, el expresidente Carlos Mesa (2003-2005), quien lidera CC, la principal fuerza de la oposición en el Parlamento, advirtió que un “temprano debate” solo favorece al “evismo arcismo”, las dos alas del MAS que respaldan al exmandatario Evo Morales (2006-2019) y al presidente Luis Arce, respectivamente.
Para la diputada de CC Elena Pachacute la división en el MAS “es falsa” y es “una estrategia para que no haya una verdadera oposición”.
La senadora Andrea Barrientos, también de CC, dijo a EFE esta semana que la propuesta de Camacho es un “reconocimiento del error” que cometió el político en 2020 al “fragmentar el voto” sabiendo “que no tenía posibilidades de ganar” en las elecciones de ese año.
Por su parte, el representante del Comité de Defensa de la Democracia (Conade), Manuel Morales, indicó este viernes que esa organización, que articula a varias plataformas de la oposición, puede ser un “Arca de Noé” en donde convivan “distintas fuerzas políticas atemperando ideológicamente sus visiones”.
Las tensiones en el oficialismo comenzaron a finales de 2021 cuando Morales y sus seguidores pidieron a Luis Arce hacer cambios en su gabinete de ministros, algo que el presidente no hizo, además, de otros cuestionamientos que han surgido desde ambos “bloques”.