Esta arribada deja en evidencia el gran desarrollo de los ecosistemas marinos de esta provincia del país.
La Reserva Playa La Marinera en Los Santos, hasta el momento ha registrado unas 8 mil 634 tortugas marinas de la especie Lora o golfina (Lepidochelys olivácea). Estos reptiles emergen del océano pacifico para dejar en tierra su más preciado aporte a la naturaleza: sus huevos (futuros neonatos).
En esta primera arribada se pudo contabilizar unas 8 mil 634 tortugas marinas cifra que demuestra los esfuerzos que realizan el equipo de profesionales conformados por guardaparques, biólogos, moradores, estudiantes, técnicos y demás que integran este equipo.
“Día a día llevan adelante la preservación y protección que cuenta esta área protegida dentro del pacifico panameño”, destacó Elida Bernal, directora regional de MiAmbiente Los Santos.
Esta área protegida, ubicada en Guánico Abajo del distrito de Tonosí, es un espacio de zona costera pequeño, considerado también como un laboratorio para el estudio de datos sobre la conservación y protección de la tortuga marina de la provincia.
“El lugar es un referente para otras áreas costeras del país que comparten este importante regalo de la naturaleza como lo son los desoves de tortugas marinas”, agregó Bernal.
Wilfredo Poveda, biólogo encargado del área Protegida Playa La Marinera, señala que se ha realizado el marcaje externo a tortugas para observar patrones de reanidación en las próximas arribadas y en la toma de datos biométricos para conocer la talla de las tortugas que anidan en el área protegida.
Además, se mantiene el monitoreo de la temperatura en toda la playa para observar el impacto del fenómeno del niño en la incubación de los nidos, agrego Poveda.
El biólogo dijo que se da el monitoreo constante durante el proceso de la arriba es primordial para evitar anomalías que pongan en riesgo la anidación normal de los especímenes; para ello el Ministerio de Ambiente cuenta con guardaparques que supervisan en turnos rotativos esta zona.
Las tortugas marinas se encuentran en peligro de extinción, debido a una desmedida e ilegal captura de ejemplares adultos, así como al saqueo de sus huevos en las playas de anidación, ya que esta especie es un enlace fundamental con los ecosistemas marinos. Ayudan a mantener la salud de los lechos de pastos marinos y los arrecifes coralinos, que benefician a especies con valor comercial, como el camarón, la langosta y el atún.