Finalmente, a la media noche del jueves la huelga se dio por terminada y esta mañana las calles de los estudios amanecieron en su mayoría vacías, sin pancartas ni protestas, solo abrazos y lágrimas de celebración.
Las aceras de Netflix en Los Ángeles, que durante casi cuatro meses fueron escenario de las protestas de los actores de Hollywood por mejoras contractuales, amanecieron vacías este jueves, con apenas algunos artistas celebrando el acuerdo millonario alcanzado con los estudios.
“¡Ganamos!”, dijo llorando el actor Evan Shafran (“Rebel Moon, 2023) en una entrevista con EFE, quien confesó que aún se encontraba “en shock” por la noticia.
El Sindicato de Actores de EE.UU. (SAG-AFTRA) anunció el miércoles por la tarde que había llegado a un acuerdo valuado en más de 1.000 millones de dólares en nuevos salarios y planes de prestaciones con los grandes estudios de Hollywood y plataformas de “streaming”, representados por la Alianza de Productores de Cine y Televisión (AMPTP).
Las conversaciones entre los estudios y los intérpretes de Hollywood se habían intensificado durante las últimas dos semanas, con los directores ejecutivos incluso haciendo presencia en un intento de salvar el calendario de producciones para televisión y cine de 2024.
Finalmente, a la media noche del jueves la huelga se dio por terminada y esta mañana las calles de los estudios amanecieron en su mayoría vacías, sin pancartas ni protestas, solo abrazos y lágrimas de celebración.
“No sé los detalles del convenio, pero estoy convencido de que es el mejor que pudimos haber obtenido. Sé que no estuve tantos días luchando con esta gente para conseguir un trato de mierda”, ahondó Shafran.
Los actores comenzaron una huelga el 14 de julio sumándose a los guionistas, la primera conjunta en 60 años, quienes también reclamaban mejores condiciones de trabajo, aumentos en las remuneraciones económicas por la retransmisión de sus contenidos en servicios de “streaming”, así como una regulación en el uso de la inteligencia artificial (IA).
Los escritores alcanzaron un acuerdo a finales de septiembre y el final del parón de los actores supone una luz al final del túnel a una industria golpeada por meses de inactividad.
SAG-AFTRA anunció que los detalles del convenio se darán a conocer una vez que este sea ratificado por la junta directiva y los miembros del sindicato, pero adelantó que habían logrado un acuerdo con aumentos de salarios mínimos “por encima de la media”, y “disposiciones sin precedentes” en la protección de los intérpretes ante la amenaza de la IA.
“Nosotros solamente queremos poder hacer lo que amamos”, apuntó Shafran acompañado de su compañero Robert Eugene Patton Jr. a quien apodaban “El Comandante” entre los capitanes de piquetes y quien asegura que “esto es solo el comienzo”.
Aunque emocionado de poder volver a trabajar, el actor de series como “Minx” o “Hollywood” David Robinson incluso considera que habrá cosas que echará de menos de la huelga, como a la gente que conoció con la que compartió horas de su vida en los piquetes.
“Ayer después del anuncio todos fuimos a un bar de último minuto a celebrar, hay muchas emociones encontradas”, comentó.
El guardia de seguridad del edificio del canal de televisión KTLA de Los Ángeles Michael Soria, quien todos los días veía a los actores protestar, se despidió este jueves de los actores a quienes ya considera amigos.
“Los voy a extrañar, pero me siento feliz por ellos”, comentó.
Hasta el momento, se sabe que los actores recibieron el 8% de aumento en los salarios con respecto al contrato anterior, un incremento histórico en años, pero menor a lo esperado por el sindicato originalmente.
El paro laboral, que supuso el aplazamiento de estrenos, premios como los Emmy, pausa en los rodajes y cese de la participación de los actores en festivales y promociones, también afectó a otras ramas de la industria como negocios de utilería, catering, costándole a Hollywood pérdidas multimillonarias.
También obligó a los actores a reinventarse.
El actor español Christian Rodrigo (“Snatch”, 2000), por ejemplo, tuvo que enfocarse en proyectos de teatro durante los casi cuatro meses de huelga, mientras que Robinson buscó alternativas como actor de doblaje.
Hoy, el edifico que alberga las oficinas del SAG-AFTRA, en remodelación desde hace varios meses, también se encuentra con poco movimiento, pero con la ilusión de que pronto la normalidad vuelva a ser parte de lo cotidiano.
“Se siente un ambiente de felicidad, de que por fin vamos a volver a la normalidad, a trabajar y a hacer dinero de nuevo”, dijo a EFE un miembro del sindicato que prefirió no ser identificado.
Aunque el mismo miércoles algunos actores se reunieron en un bar para celebrar el final de la huelga, las fiestas seguirán durante el fin de semana para la gente de la industria.
“Es fantástico que nadie tenga que salir a reclamar por una mejora, ni los actores, ni los escritores, ni los trabajadores de hostelería, ni la gente del campo”, remató Christian Rodrigo en su primer día sin huelga.