La concentración, la primera acción convocada por este nuevo grupo, transcurrió en un ambiente muy familiar y sin incidentes.
Al grito de “¡Con los niños, no!”, centenares de personas se congregaron este sábado en frente del palacio de La Moneda para condenar las miles de muertes de niños y adolescentes palestinos que están dejando los ataques israelíes en la Franja de Gaza.
Los asistentes, unas 400 personas –según los convocantes, un nuevo movimiento en Chile llamado ‘Pazlestina’, surgido las últimas semanas a raíz de la escalada del conflicto y formado por jóvenes descendientes de palestinos–, lanzaron consignas en defensa de los menores y en contra del Estado de Israel e hicieron un minuto de silencio en memoria de las víctimas.
“Nos juntamos para honrar a los más de 6.000 niños asesinados, a los más de 11.000 palestinos asesinados por Israel, y guardar un minuto de silencio para que nos hagamos presentes con toda la gente que está sufriendo en este momento en el mundo”, expresó Francisca Dip, una de las portavoces del colectivo.
Su compañera, Sohad Hodali, también vocera del movimiento, explicó a EFE que el acto es “simbólico” para que los participantes “se pongan en los zapatos de los niños palestinos y de lo que está pasando allá (en Gaza)”. Por eso, dijo, alrededor de la plaza Constitución, aledaña al palacio presidencial, colocaron 1.000 zapatos que representan “los niños muertos en el genocidio”.
Con cerca de 500.000 personas, Chile es un gran refugio de la comunidad palestina fuera del mundo árabe, una migración que se inició a finales del siglo XIX, cuando centenares de palestinos escaparon primero de la dominación otomana, y que se incrementó en el siglo XX con la ocupación israelí.
La concentración, la primera acción convocada por este nuevo grupo, transcurrió en un ambiente muy familiar y sin incidentes.
“Venimos a manifestarnos por los niños que están muriendo y están siendo asesinados por el Estado terrorista de Israel y que son considerados como daños colaterales, pero no existe ningún niño que sea un daño colateral (…) Con los combatientes se puede tranzar, pero con los niños, jamás”, opinó Rodrigo a EFE, que participó de la actividad con su sobrino pequeño.
Ana, sentada en una escalera, dijo a EFE que llegó para “apoyar contra el genocidio, aunque desde aquí (Chile) sea poco lo que se puede hacer”; mientras que César Abu-Eid expresó su “rabia contra la comunidad internacional, fundamentalmente Estados Unidos y la Unión Europea –contra sus dirigentes, no sus pueblos–”, precisó.
A principios de mes, el presidente chileno, el progresista Gabriel Boric, reconocido defensor de la causa Palestina, llamó a consultas al embajador en Tel Aviv, José Carvajal, en una decisión que fue interpretada como una señal de incomodidad en las relaciones bilaterales entre Chile e Israel y que dejó al diplomático trabajando desde Santiago de manera indefinida por orden del propio mandatario.
Boric ha condenado públicamente en varias ocasiones la ofensiva israelí, perpetrada tras el ataque sorpresa del grupo islamista Hamás en Israel, el 7 de octubre. La última vez fue desde Estados Unidos, donde esta semana viajó para participar en el foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC).
En un discurso ante autoridades y empresarios insistió en que “los derechos humanos y el derecho internacional humanitario sean respetados”. “Condenamos el ataque terrorista (de Hamás) y exigimos la libertad inmediata de los rehenes, pero al mismo tiempo exigimos que cesen los bombardeos en Gaza por parte del ejército israelí y del Gobierno de Netanyahu”, señaló el jefe de Estado.
Chile reconoció a Palestina como un Estado “libre, independiente y soberano” en 2011, durante el primer gobierno del conservador Sebastián Piñera (2010-2014).
En los bombardeos que Israel lleva a cabo sobre Gaza han muerto más de 12.000 personas, según el ministerio de Sanidad gazatí.