En fechas recientes en Estados Unidos, las tarifas aéreas a muchos destinos populares han caído al nivel más bajo en meses; incluso los viajes durante la temporada festiva son mucho más baratos que el año pasado. Este cambio les ha dado un respiro a los consumidores, tras meses de frustración por los elevados precios de todo tipo de bienes y servicios.
La abundancia de buenos precios hace pensar que quizá la vigorosa recuperación de la industria aérea tras la pandemia por fin va bajando el ritmo, ya que la oferta de boletos se empareja con la demanda, que parece relativamente firme, e incluso la supera en algunas rutas.
Consideremos las tarifas que consiguió hace poco Denise Diorio, maestra jubilada de Tampa, Florida. Gastó menos de 40 dólares en vuelos de ida y vuelta a Chicago y solo pagó 230 dólares por un viaje redondo de Nueva York a París, que planea hacer este mes.
Les he dicho a todos mis amigos que, si quieren ir a alguna parte, deben comprar sus boletos ahora”, comentó.
Las gangas que encontró quizá sean excepcionales, pero Diorio está en lo correcto cuando dice que hay muchas ofertas.
Este mismo mes, el precio promedio de un vuelo nacional cerca del Día de Acción de Gracias estaba casi un nueve por ciento por debajo del nivel del año pasado. En cuanto a los vuelos cerca de la Navidad, eran aproximadamente un 18 por ciento más baratos, según la aplicación de reservaciones y rastreo de precios Hopper. Kayak, el motor de búsqueda de viajes, analizó un rango más amplio de fechas cerca de las fiestas y descubrió que los precios de los vuelos nacionales eran alrededor de un 18 por ciento más bajos por la fecha del Día de Acción de Gracias y un 23 por ciento por Navidad.
En muchos casos, observamos algunas de las tarifas más bajas desde que se reanudaron los viajes tras los recortes de 2020, en realidad”, afirmó Kyle Potter, editor ejecutivo del blog de viajes y servicio de alerta de gangas Thrifty Traveler.
El precio de los boletos para vuelos dentro de Estados Unidos bajó durante el verano, aseveró Potter, y en épocas recientes es más común encontrar ofertas para viajes internacionales, en particular a Europa.
Las aerolíneas bajan sus tarifas cuando quieren tentar a más personas a reservar boletos porque la demanda es baja o la competencia es más fuerte. Sin duda, la competencia se ha intensificado en algunas rutas, pero los expertos en viajes indican que no hay ninguna señal evidente de que la demanda vaya en declive.
Se espera que el Día de Acción de Gracias de este año se alcance una cifra récord para los viajes aéreos, con predicciones de casi 30 millones de pasajeros, según Airlines for America, un grupo de la industria. Esta cifra sería un nueve por ciento más alta que la del año pasado y estaría un seis por ciento por encima de la de 2019, antes de la pandemia.
Pero algunas aerolíneas afirman que la demanda va en descenso en los periodos que no son de festividades o temporada alta. Además, algunos aeropuertos han manejado tal número de vuelos que las compañías de transporte se han visto obligadas a reducir las tarifas para llenar los aviones.
Ese no había sido un problema en realidad durante la mayor parte del periodo de recuperación tras la pandemia. El clima y otras perturbaciones limitaron la oferta de vuelos el año pasado y en 2021, al igual que la escasez de pilotos capacitados, refacciones y aviones, entre otros factores. Esas condiciones provocaron un alza en el precio de los boletos, mantuvieron llenos los aviones y ayudaron a las aerolíneas a obtener excelentes utilidades.
La industria de la aviación nunca ha registrado el tipo de márgenes de utilidades y rendimiento sobre capital visto en los últimos dos años y medio”, señaló John Grant, principal analista de la empresa consultora y de datos de aviación OAG. “Casi estamos de nuevo en una industria más normal”.
Para las mayores aerolíneas estadounidenses, continúan los buenos tiempos, impulsados en particular por una gran demanda de vuelos internacionales. Pero las compañías más pequeñas y de bajo costo han comenzado a sufrir. Varias revelaron resultados financieros decepcionantes para el trimestre concluido en septiembre. Los ejecutivos de esas aerolíneas han dicho que la demanda va en descenso, las tarifas caen y los costos se mantienen elevados. También señalan que el mal clima y la escasez de controladores de tráfico aéreo les han complicado la operación aérea.
Por ejemplo, JetBlue Airways perdió 153 millones de dólares en el tercer trimestre, en contraste con las utilidades de 57 millones de dólares registradas en el mismo periodo el año pasado. La empresa indicó hace poco que planea cambiar algunos vuelos de mercados abarrotados, como Nueva York, a otros en los que se espera un mejor desempeño, como el Caribe. Las compañías de transporte económicas Spirit Airlines y Frontier Airlines les informaron hace poco a los inversionistas que intentan recortar decenas de millones de dólares en costos.
La competencia ha sido aguerrida en algunos mercados importantes, lo que ha impulsado a la baja las tarifas y las utilidades.
En Denver, donde se encuentran las oficinas generales de Frontier, este verano hubo un 14 por ciento más de asientos disponibles que en el verano de 2019, según la proveedora de datos de aviación Cirium. Miami y Orlando, Florida, dos destinos populares a los que vuelan muchas empresas, experimentaron aumentos en capacidad todavía mayores.
No obstante, mientras que las aerolíneas añadieron vuelos en mercados populares en busca de captar pasajeros, en aeropuertos de otras ciudades, como Los Ángeles, un centro de actividades de muchas aerolíneas importantes, se observaron reducciones considerables en la capacidad con respecto al verano de 2019.
Es evidente que existe una enorme correlación entre las aerolíneas que funcionan bien y aquellas que tienen dificultades, en términos de sus márgenes, si comparamos sus concentraciones”, señaló el mes pasado Barry Biffle, director ejecutivo de Frontier, durante una teleconferencia para presentar los resultados de la aerolínea correspondientes al tercer trimestre.
En cuanto a las rutas internacionales, los analistas no saben con tanta certeza por qué las tarifas van a la baja ni si se mantendrán bajas. Gangas como las que consiguió Diorio para su viaje a París podrían ser señal de que las aerolíneas más grandes pronto enfrentarán presiones financieras o sencillamente que la industria va regresando a una normalidad prepandémica.
Por lo regular, la demanda de viajes a Europa baja durante el invierno”, explicó Steve Hafner, director ejecutivo de Kayak. “Así que me parece que eso refleja las tendencias normales”.
Pero la demanda de viajes internacionales podría enfrentar obstáculos, en parte debido a las guerras de Medio Oriente y Ucrania. Los analistas también advierten que muchos consumidores quizá estén menos dispuestos a derrochar dinero en viajes o tengan menos posibilidades de hacerlo ahora que en los dos años pasados, cuando contaban con el dinero que habían ahorrado durante la pandemia. Incluso si la demanda se mantiene firme, las aerolíneas corren el riesgo de ofrecer demasiados asientos en rutas populares al extranjero.